INTRODUCCIÓN
Las personas utilizamos tanto
sentimientos como estados de ánimo para explicar cómo y por qué nos comportamos
de una determinada manera en distintas situaciones de nuestras vidas.
Concepto
General de Afectividad. Implica una realidad subjetiva
que abarca cualquier aspecto de la vida de una persona, y presenta importantes
diferencias individuales tanto en el tono afectivo (positivo o negativo) como
en la frecuencia e intensidad con que se experimenta. Incluye:
- Reacciones emocionales.
Estados transitorios de la conducta muy específicos.
- Estados de ánimo o afectivos. Manifestaciones
emocionales más duraderas e inespecíficas que indicen en muchos ámbitos de la
personalidad.
Desde un punto de vista
parsimonioso se puede utilizar un espacio emocional constituido por 2
dimensiones unipolares y parcialmente independientes (pueden actuar al mismo
tiempo):
- Emociones negativas.
“Emociones desagradables, que se experimentan cuando se bloquea una meta, se
produce una amenaza o sucede una pérdida; estas emociones también requieren la
movilización de importantes recursos cognitivos y comportamentales para ser
empleados en la creación y elaboración de planes que resuelvan o alivien la
situación” (Fernández-Abascal).
- Emociones positivas. “Emociones agradables, que se experimentan
cuando se alcanza una meta, de tal manera que en ellas es menos probable que se
necesite la revisión de los planes y otras operaciones cognitivas, por esta
razón se podría esperar que las emociones negativas son más prolongadas en el
tiempo que las positivas” (Fernández-Abascal)
El balance entre ambas dimensiones
es el responsable del tono hedónico: grado de tristeza o
felicidad que expresan las personas en su vida cotidiana.
Uno de los cambios más relevantes
en el estudio de las emociones es el reconocimiento de los procesos evaluativos
o cognitivos que los individuos hacen de la realidad. Las teorías psicológicas
actuales centradas en la emoción, que asumen la existencia de un proceso de
evaluación, en términos de relevancia personal de los acontecimientos externos,
asumen que para que se produzca una reacción emocional debe producirse un
procesamiento evaluativo o afectivo de acontecimientos externos que da origen a
la activación de los componentes fisiológicos, conductuales y subjetivos que
conforman la emoción. Desde el enfoque
evaluativo de las emociones se asume que los estados emocionales son el
resultado de patrones duraderos de evaluación cognitiva de la realidad, que
afectan a la prioridad a la hora de procesar la información externa y a la
recuperación de esta que es importante, almacenada en la memoria. También se
defiende una relación de reciprocidad entre los procesos cognitivos y las
emociones: la evaluación cognitiva influye en la experiencia emocional y lo
emocional incide en lo cognitivo.
Un modo adecuado de organizar las
emociones es, diferenciando entre sus aspectos
reactivos (comportamentales) y sus aspectos
cognitivos (subjetivos). Lo que más interés ha suscitado dentro de la
psicología es el estudio de los aspectos cognitivos asociados a las emociones.
La mayor parte de la investigación psicológica se ha centrado en las emociones
y estados de ánimo (EA) negativos, como la ansiedad y la depresión, ya que
ambos son los más frecuentes en el ámbito clínico.
DEFINICIÓN, CONCEPTO Y EVALUACIÓN DE LA ANSIEDAD Y LA DEPRESIÓN
La ansiedad según la Teoría del Triple Sistema de Respuesta (Lang)
implica:
- Respuestas cognitivas
(preocupación, inquietud…).
- Respuestas fisiológicas (alto grado de activación del SNA).
- Respuestas motoras o
conductuales.
Las reacciones de ansiedad también
muestran, en muchas ocasiones, una faceta
adaptativa (psicológica y biológica) para las situaciones de peligro o
amenaza porque permiten detectar estímulos potencialmente amenazantes y
movilizar recursos para hacer frente a ellos.
Lindenfield propone estos criterios para diferenciar una respuesta “normal”
de ansiedad de una patológica:
- Intensidad, frecuencia y duración
de la ansiedad.
- Proporción entre gravedad objetiva
de la situación e intensidad de la respuesta de ansiedad.
- Grado de sufrimiento que produce
en la persona.
- Grado de interferencia negativa en
la vida cotidiana del sujeto (funcionamiento laboral, relaciones sociales…).
Aunque lo que realmente pone de
manifiesto la experiencia de un nivel patológico de ansiedad es:
- Alto nivel de sufrimiento personal.
- Grado de interferencia en actividades cotidianas.
Las experiencias de ansiedad
pueden presentarse como:
- Ansiedad Rasgo. Manifestación general y permanente a lo largo del tiempo y las situaciones. A partir de la definición de Spielberger, las personas con altos niveles de ansiedad rasgo experimentan en situaciones estresantes un mayor grado de amenaza, muestran reacciones de ansiedad más frecuentes y/o intensas. Actualmente, el estudio de la ansiedad rasgo se plantea desde una perspectiva multidimensional que asume que la conducta ansiosa se explica a partir de la interacción entre las características de personalidad y las condiciones de la situación. Los individuos pueden diferir en la predisposición a reaccionar con ansiedad ante muchas situaciones, que pueden ser agrupadas en 4 áreas: ante situaciones de evaluación, ansiedad interpersonal o social, ansiedad fóbica y ansiedad en la vida cotidiana.
- Ansiedad Estado: manifestación más específica, transitoria y acotada en el tiempo. A partir de la definición de Spielberger, se entiende que la ansiedad estado es una condición orgánica que se activa en situaciones y momentos específicos, produciendo sentimientos de inquietud, tensión y nerviosismo, así como una activación del SNA, que se manifiesta mediante expresiones conductuales y motoras. También se conceptualiza desde una perspectiva multidimensional, haciendo especial énfasis en: Ansiedad Psíquica: preocupación con respecto a la posibilidad de fracasar en la tarea y sus consecuencias, yAnsiedad Somática: correlatos fisiológicos (taquicardia, sudoración…) que acompañan a la reacción de ansiedad.
Con relación a la depresión se acepta
que es un desorden afectivo que se caracteriza por un EA negativo persistente
(sin un elevado nivel de “arousal”) que implica abatimiento, melancolía,
tristeza, sentimientos de indignidad y soledad, culpa, falta de motivación,
fatiga y cansancio. Un 10% de la población.
También, produce déficits
específicos en el funcionamiento cognitivo que se manifiestan a través de
alteraciones tanto del nivel como del contenido del pensamiento. El concepto
depresión se utiliza para describir una amplia categoría de síntomas
depresivos, EA y síndrome clínico.
Ansiedad rasgo, ansiedad estado y
EA depresivo suelen ser evaluados mediante autoinformes:
- El Cuestionario de Ansiedad
Estado-Rasgo -> STAI (Spielberger, Gorsuch y Lushene) es el más utilizado en
el caso de la ansiedad. Consta de 2 escalas independientes, una para medir la
ansiedad estado y otra para la ansiedad rasgo, con un total de 40 ítems. Formato
de respuesta Tipo Likert (0-4) y auto aplicado.
- El Inventarios de depresión de
Beck. BDI, es el más utilizado. Consta de 21 ítems (15 se refieren a síntomas
psicológico-cognitivos y 6 a síntomas somáticos vegetativos).
SESGOS COGNITIVOS Y TRASTORNOS EMOCIONALES
Propuestas Teóricas Iniciales: el modelo de esquemas (Beck, 1976) y el modelo de red asociativa (Bower, 1981)
Ambos modelos cognitivos subrayan
la importancia de determinados sesgos cognitivos en el procesamiento de la
información como factores claves a la hora de entender la etiología y el
mantenimiento de los trastornos emocionales de ansiedad y depresión. El estudio
y la explicación de estos sesgos es importante para conocer los mecanismos
implicados en la etiología, en el mantenimiento y la vulnerabilidad.
Modelo de Esquemas (Beck). Desarrolla su modelo sobre la base del concepto de esquemas propuesto por Bartlett. Los Esquemas son estructuras cognitivas estables que contienen las representaciones de las experiencias previas de fracaso o pérdida (depresión) y amenaza o peligro (ansiedad), organizan el procesamiento de la información ya que establecen los parámetros de procesamiento una vez son activados por el estado emocional del individuo e influyen en el modo en que los estímulos son codificados, almacenados y recuperados de la memoria.
En 1997 Beck re-elabora su Teoría
y dice que el procesamiento de la información en las personas con trastornos
emocionales consta de 3 etapas:
- Orientación y rápida detección de
los estímulos emocionales (procesamiento automático).
- Activación de los esquemas
relacionados con el tema central de preocupación (peligro para la ansiedad y
pérdida para la depresión).
- Procesamiento metacognitivo del
tema de preocupación en base a la elaboración semántica de la información y a
la evaluación de los recursos de afrontamiento disponibles.
En esta reelaboración se
vuelve a señalar el efecto de facilitación que produce la activación de
esquemas específicos: procesamiento selectivo de la información congruente
emocionalmente con el contenido de los esquemas. Estos sesgos cognitivos de
procesamiento se convierten en un factor de vulnerabilidad para experimentar trastornos
emocionales.
Modelo
de red asociativa (Bower). Conceptualiza la memoria humana
como una red asociativa de conceptos y esquemas semánticos y, en base a esto,
propone que la información y las
emociones están organizadas en la memoria en forma de red asociativa, mediante nodos interconectados
entre sí por lazos asociativos, de los que formaría parte la información
emocional y las experiencias pasadas relacionadas con dichas emociones. La
activación de un nodo emocional incrementa la accesibilidad de la información
de los nodos asociados, que, a su vez, produce un sesgo cognitivo que favorece
el procesamiento de dicha información emocional.
La recuperación de la información
de la memoria supone reconstruir experiencias pasadas, la cual puede estar
influida por el estado emocional de la persona. Si la codificación de un
acontecimiento se hace bajo un determinado estado emocional, dicho estado
emocional, en el momento de la recuperación, puede ser una señal que favorezca
el recuerdo. Esto es lo que sucede en:
- Recuerdo dependiente del estado de ánimo. Mayor recuerdo de la información cuando coincide el estado
emocional de la codificación y de la recuperación de la información. El estado
de ánimo actúa como una señal discriminativa contextual adicional en el
aprendizaje y en el recuerdo. Lo importante aquí es la coincidencia entre la
información (positiva o negativa) que debe ser recordada y el estado emocional
(positivo o negativo) del momento de la recuperación. La información que es
congruente con el estado suele estar incluida en una red rica de conceptos y
temas activados por el EA que hace que dicha información sea más accesible y
recuperable que la incongruente.
- Memoria congruente con el estado de ánimo. Ocurre cuando la gente atiende y aprende más acerca de los acontecimientos que coinciden con su estado emocional. (Profecía autocumplida).
El
modelo de Beck y el modelo de Bower comparten los siguientes postulados:
- Que hay sesgos cognitivos
congruentes con la información que caracteriza a la ansiedad y la depresión
(peligro y pérdida, respectivamente).
- Que esos sesgos cognitivos hacia
el procesamiento de la información, amenazante o negativa, se producen en todas
las etapas del procesamiento porque la activación de los esquemas y los nodos
influyen en cómo la información es atendida, interpretada y recordada.
- Que las personas con trastornos
emocionales difieren, respecto a las personas normales, tanto a nivel de los
procesos automáticos como de los controlados. Esto ha sido cuestionado por
planteamientos cognitivos recientes que postulan que los distintos trastornos
emocionales se diferencian en cuanto a la etapa de procesamiento en la que se
producen los diferentes sesgos cognitivos.
Nuevas propuestas teóricas para el estudio de los sesgos cognitivos asociados a la ansiedad y la depresión
El estudio y la explicación de los
sesgos cognitivos relacionados con el procesamiento de la información emocional
es importante para comprender los mecanismos asociados con la etiología, el
mantenimiento y la vulnerabilidad a experimentar trastornos emocionales. Se han
propuesto diferentes modelos teóricos, cada uno haciendo énfasis en
determinados mecanismos cognitivos como principales implicados y responsables
de los sesgos atencionales y de memoria que facilitan el procesamiento de la
información emocional.
El Modelo de Williams, Watts, MacLeod y Mathews (1988, 1997)
Este Modelo hace predicciones sobre la existencia de sesgos
cognitivos distintos en los desórdenes de ansiedad y depresión. Está
desarrollado sobre la distinción teórica entre:
- Proceso de activación o facilitación (priming). Se considera automático (ocurre en la etapa inicial de
procesamiento) y consiste en la activación de las representaciones internas de
los estímulos con el consiguiente aumento temporal de su accesibilidad. Incide
fundamentalmente en los procesos atencionales.
- Proceso de elaboración.
Proceso estratégico y controlado (ocurre en las etapas más tardías de
procesamiento) que tiene como principal efecto la creación y el fortalecimiento
de las interconexiones entre las representaciones. Afecta a la recuperación de
la información.
Esta diferenciación permite
establecer distintos sesgos cognitivos o modos de procesamiento vinculados a
los diferentes estados emocionales; relacionan los sesgos atencionales con los estados de ansiedad (preocupación por
detectar lo relacionado con el tema de la amenaza, requiriendo una rápida
respuesta) y los sesgos de memoria
con los estados depresivos (aspecto central son los pensamientos rumiativos
relacionados con la pérdida o fracaso).
- Mecanismo de Decisión Afectiva (MDA). Actúa a nivel pre-atencional y evalúa la valencia afectiva de los estímulos ambientales con el fin de determinar rápidamente su grado de amenaza. La respuesta de este mecanismo depende tanto de las características del estímulo como del nivel de estado emocional del individuo (un nivel alto de ansiedad o depresión actúa de manera similar a un aumento del valor emocional de los estímulos).
- Mecanismo de Asignación de Recursos (MAR). Se activa si en la etapa pre-atencional los estímulos se evalúan
como amenazantes, su función es examinarlos en mayor profundidad y asignar
recursos para su procesamiento. Se realiza a nivel post-atencional, es más
lento e implica procesos estratégicos.
Según estos autores, las personas
ansiosas tienden a no elaborar la información amenazante, motivo por el que es
difícil que se produzca un sesgo en la recuperación de la información
amenazante de la memoria y, en caso de producirse, lo hace a nivel de la
memoria implícita.
- En la ansiedad, el sesgo de procesamiento se
manifiesta a través de un sesgo atencional selectivo hacia la información
amenazante en la fase automática de la codificación y el recuerdo (memoria
implícita).
- En la depresión, el sesgo se
produce a nivel de codificación más estratégica y elaborada. Los estímulos
negativos se recuerdan mejor (memoria explícita).
Asimismo, postulan la existencia
de diferencias en cuanto a los efectos de la ansiedad estado versus rasgo:
- La ansiedad estado incide en el MDA.
- La ansiedad rasgo incide en el MAR.
En 1997, Williams y Cols. introducen algunas modificaciones del modelo
original:
- Se redefine el MDA siguiendo los planteamientos teóricos del
conexionismo[1]. El MDA funciona en base a la activación de una serie de unidades
de entrada que son las encargadas de evaluar el valor de amenaza de los
Estímulos del Ambiente. Dicha evaluación se produce en base a las
características de dichos estímulos y en función de las características del
individuo como es su nivel de estado emocional (ansiedad o depresión).
- Sustituyen los conceptos de priming y elaboración por procesamiento perceptual y conceptual:
- Procesamiento perceptual (abajo-arriba). Analiza las características físicas y la valencia afectiva
genérica de los estímulos. Está asociado a los procesos de activación.
- Procesamiento conceptual (arriba-abajo). Analiza semánticamente los estímulos. Está asociado a los procesos
de elaboración estratégica.
Más concretamente, postulan que
las personas con trastornos de ansiedad
se caracterizan por sesgos atencionales
y pre-atencionales (no conscientes) que facilitan el procesamiento
perceptual de la información emocional (amenazante), y las personas depresivas por sesgos
cognitivos relacionados con el procesamiento conceptual o elaborado de la
información que favorece la recuperación (recuerdo y reconocimiento) de la
información emocional (negativa).
Tanto
en el modelo inicial como en el revisado se defiende que la orientación
continua y permanente (pre-atencional y atencional) de las personas ansiosas
hacia los estímulos amenazantes, les lleva a percibir su entorno como lleno de
peligros convirtiéndose en un factor de vulnerabilidad cognitiva
(hipervigilancia), especialmente en situaciones de estrés. Proponen terapias
para que la personas adopten el estilo de evitación con baja ansiedad.
El Modelo de Mogg y Bradley (1998).
Mogg y Bradley (1998) elaboran un modelo cognitivo-motivacional dirigido a
explicar los sesgos pre-atencionales y atencionales asociados a la ansiedad,
en el que introducen la intervención de sistemas motivacionales como mediadores
entre las respuestas cognitivas y comportamentales y la información amenazante.
Se focaliza en el estudio y
explicación de los sesgos cognitivos, pre-atencionales y atencionales,
asociados a la ansiedad introduciendo los sistemas motivacionales como
mediadores entre las respuestas cognitivas y comportamentales y la información
amenazante. Postulan la existencia de 2
sistemas, cuya acción combinada puede explicar los sesgos cognitivos en la
ansiedad:
- Sistema de Evaluación de la Valencia (SEV). Similar al MDA aunque, con mayor sensibilidad para clasificar a los estímulos ambientales como amenazantes en las personas con alta ansiedad o que son vulnerables o propensas a ella. Valora el grado subjetivo de amenaza de los estímulos mediante un proceso rápido y automático: conexión directa entre el tálamo y la amígdala analiza los rasgos básicos de los estímulos, los aspectos contextuales y la información almacenada por la persona en su memoria. Por lo tanto, el SEV depende de la naturaleza de los estímulos, del contexto, de la experiencia y del aprendizaje previo de la persona.
- Sistema de Compromiso de Meta (SCM). Responsable de la asignación de recursos para el procesamiento cognitivo y la acción cuando un estímulo ambiental es clasificado como altamente amenazante, produciéndose una interrupción automática de la actividad. Si el nivel de amenaza que detecta el SEV es bajo, el SCM asigna escasos recursos, produciéndose una inhibición de su procesamiento que permite a la persona seguir su curso de acción en el procesamiento de sus actuales metas.
Estos autores defienden, contrario
a la propuesta de Williams y colaboradores (1997), que los efectos de ansiedad no están relacionados con la asignación de
recursos, sino con la evaluación de los estímulos.
También señalan que la relación entre el valor
de amenaza de los estímulos y los sesgos atencionales NO es lineal:
- Estímulo percibido como no
amenazante: no se produce sesgo.
- Amenaza percibida leve: respuesta
atencional de evitación (inhibición) de la amenaza.
- Amenaza percibida alta: respuesta
de vigilancia (orientación a la
amenaza).
- Amenaza percibida severa: los
individuos con bajos niveles de ansiedad también muestran un sesgo de vigilancia al dirigir su atención hacia la
amenaza.
Los individuos altos y bajos en
ansiedad difieren en la evaluación de lo que constituye o no una amenaza, es decir, difieren en la frecuencia en la que
activan el “modo de peligro” en el procesamiento, pero una vez activado actúan
de una manera similar.
Mogg y Bradley consideran una
serie de ventajas a su modelo:
- Permite distinguir entre los procesos de valoración de la amenaza y procesos de
coordinación controlada de procesos cognitivos y comportamentales dirigidos
hacia metas.
- La distinción entre estos 2 sistemas puede ayudar a explicar las diferencias
en las respuestas de atención a los estímulos aversivos entre la ansiedad
clínica y la depresión. La depresión supone orientación hacia el pasado y
falta de compromiso con el medio ambiente (valencia negativa + falta de
compromiso con metas externas) y la ansiedad orientación hacia el futuro y
análisis del ambiente para anticipar amenazas y anticipar el peligro (valencia
negativa + compromiso con metas externas).
- Permite considerar si las diferencias individuales en
vulnerabilidad a la ansiedad pueden ser debidas a la reactividad diferencial en
uno o ambos sistemas. Señala al SEV como responsable de la vulnerabilidad a la
ansiedad.
- Los sesgos atencionales NO necesariamente juegan un papel causal importante en la etiología de los estados de ansiedad clínica…
(aunque) NO excluye la posibilidad de que los procesos atencionales son
importantes en el mantenimiento de los estados de ansiedad clínica. Por el
contrario, manifiestan que lo importante
es dirigir los esfuerzos terapéuticos hacia el cambio de los procesos que
intervienen en la evaluación del valor de amenaza de los estímulos, como ocurre
en las terapias cognitivas.
El Modelo de Mathews y Mackintosh (1998).
Como en el caso de los
planteamientos teóricos anteriores, estos autores proponen un modelo que
incluye un mecanismo, denominado Sistema
de Evaluación de la Amenaza (SEA), que es muy similar al Mecanismo de
Decisión Afectiva (MDA) propuesto por Williams y colaboradores (1997) y al
Sistema de Evaluación de la Valencia (SEV) de Mogg y Bradley (1998).
Sistema de Evaluación de la Amenaza (SEA). La función de este mecanismo consiste en aumentar la activación de los estímulos clasificados como potencialmente amenazantes, con el consecuente incremento automático de recursos de procesamiento que producen una atención selectiva orientada hacia dichos estímulos. Independientemente de la vía utilizada para la evaluación del valor de la amenaza de los estímulos, sus representaciones se almacenan en el SEA y se accede a ellas de forma automática, al inicio de su procesamiento y previo a que alcancen la conciencia y sean identificadas (como el priming o el SEV). El incremento de los niveles de ansiedad aumenta la activación de estas representaciones que compiten con otras representaciones de otros estímulos hasta el extremo de generar un sesgo atencional hacia los estímulos amenazantes. Se asume que los sesgos atencionales en las personas ansiosas sólo se producen bajo condiciones de competencia, es decir, cuando dos o más estímulos compiten por los recursos atencionales. La activación de estas representaciones de amenaza se produce de forma automática (generalmente) y controlada (de arriba-abajo) en base a las demandas de la tarea. Mediante el esfuerzo voluntario que generan las exigencias de la tarea o contextuales, la persona puede impedir dirigir sus recursos atencionales hacia los estímulos potencialmente amenazantes y atender a otros distractores, produciéndose un sesgo de evitación.
Este modelo (al igual que el de
Mogg y Bradley y contrario al de Williams y cols.), subraya que es la
evaluación inicial de los estímulos, y no la asignación de recursos para el
despliegue de la atención, lo que induce las diferencias en los procesos
atencionales entre los individuos con altos y bajos niveles de ansiedad que se
observan a nivel experimental.
Mogg y Bradley también difieren de
Williams y cols. al rechazar la hipótesis de que las personas con bajos niveles
de ansiedad rasgo no muestran un sesgo de evitación atencional ante la
presencia de una amenaza potencialmente grave, considerando que los estímulos
de amenaza siempre activan las representaciones correspondientes almacenadas en
el SEA , de modo que cuando estas representaciones son fuertes e inhiben las de
los estímulos distractores se produce un sesgo hacia tales estímulos, sin
importar el nivel de ansiedad.
Igualmente, postulan que la
sensibilidad hacia los estímulos amenazantes como consecuencia del mayor número
de representaciones de amenaza hace que personas con altos niveles de ansiedad
puedan mostrar un sesgo atencional ante indicios leves de amenaza.
Para terminar este apartado
relativo a la presentación de las tres propuestas teóricas para el estudio de
los sesgos cognitivos asociados a la ansiedad y la depresión, puede consultar
el Cuadro 6.1, en el que se recoge un análisis comparativo de las mismas.
Procedimientos Experimentales en el Estudio de la Atención
Aunque se han utilizado diversos
paradigmas experimentales en los estudios sobre la atención a la información
emocional (ver Yiend, 2010, para un exhaustivo análisis de estos paradigmas),
las principales tareas (o al menos las más utilizadas) son:
- Tarea Emocional de Stroop. Esta
tarea es una versión modificada del clásico paradigma de interferencia de
Stroop (1935) y consiste, tanto en el formato de presentación computarizada
como de tarjetas, en presentar palabras emocionales o neutras escritas en
diferentes colores y la tarea del sujeto es nombrar lo más rápidamente posible
el color en que están escritas. En este tipo de tarea se compara la latencia de
respuesta (tiempo de reacción) ante la presentación de estímulos emocionales
relacionados con la amenaza (por ejemplo, la palabra «cáncer») con la latencia
de respuesta ante la presentación de estímulos con valencia emocional neutra
(por ejemplo, la palabra «madera»). La existencia de un sesgo atencional
implica que los estímulos relacionados con la amenaza interfieren en mayor
grado (mayor tiempo de reacción) con la tarea de nombrar el color en que
aparecen escritas dichas palabras que cuando éstas son emocionalmente neutras o
no amenazantes (MacLeod, 1991).
- Tarea de Sondeo Atencional o de Detección de Puntos (dot-probe
paradigm). diseñada por MacLeod, Mathews y
Tata (1986), consiste en la presentación simultánea de dos estímulos de
diferente valencia emocional durante un tiempo muy breve, normalmente 500
milisegundos (ms), uno en la parte superior y otro en la parte inferior del
campo visual. Tras la desaparición de los estímulos aparece un punto en el
lugar que ocupaba uno de ellos (el 50% de las veces aparece donde se presenta
el estímulo amenazante y el otro 50% en el lugar del estímulo neutro) y la
tarea del individuo consiste en responder tan rápidamente como le sea posible
ante la aparición del punto. Esta tarea secundaria permite examinar la
distribución de la atención, de modo que cuando el punto sustituye a la palabra
que se está mirando, el tiempo de reacción es más corto que cuando aparece en
la posición del estímulo no atendido. El sesgo atencional se produce cuando los
sujetos responden más rápidamente al punto que reemplaza a las palabras
relacionadas con la amenaza que cuando reemplaza a los estímulos neutros
(vigilancia atencional). Las dos principales ventajas de esta tarea son:
- Evita el problema de un posible sesgo de respuesta en la medida que el individuo responde a un estímulo no verbal
(una respuesta neutra ante un estímulo neutro).
- Permite manipular el intervalo de tiempo entre la presentación de los estímulos y la presentación del
punto que, a su vez, da la oportunidad de examinar la asignación temporal de la
atención.
Procedimientos Experimentales en el Estudio de la Memoria
Como señalan Brown y Craik (2000),
en el estudio de la memoria se asume la existencia de dos fases:
- Fase de Estudio. Se refiere
a la adquisición de la información.
- Fase de Prueba. Relacionada
con la recuperación de la información almacenada en la memoria.
Las investigaciones sobre los
procesos de memoria manipulan las instrucciones de codificación y el
procedimiento de recuperación. De acuerdo con el procedimiento de recuperación
se distingue:
- Memoria Explícita. Caracterizada
por la recuperación voluntaria y
consciente del material previamente presentado. Su evaluación se realiza
mediante pruebas directas (de recuerdo libre o reconocimiento) cuyas
instrucciones inciden en que se recuerde o reconozca, de forma intencionada, el
material presentado en la fase de estudio y que guardan en su memoria.
- Memoria Implícita. Supone la recuperación no consciente de la
información. Su evaluación se realiza mediante pruebas indirectas (completar
inicio o fragmentos de palabras, decisión léxica o asociaciones de palabras)
cuyas instrucciones son pedirles que realicen una determinada actividad (motora
o cognitiva) en la que se suelen presentar los estímulos de la fase de estudio
con otros nuevos. En estas pruebas la memoria se mide mediante el efecto de
priming. Diríamos que este tipo de memoria se produce cuando determinadas
experiencias facilitan la ejecución de tareas posteriores sin necesidad de
recuerdo intencional o consciente.
La
principal diferencia entre prueba directa e indirecta son las instrucciones que
se dan a los sujetos en la fase de prueba.
Las tareas más utilizadas para
estudiar un posible sesgo de la memoria asociado a la ansiedad y la depresión son:
- Tarea de recuerdo libre y de reconocimiento (memoria explícita). Se presenta a los sujetos un conjunto de estímulos para su estudio
y posteriormente se les pide que indiquen todos los que recuerdan.
- Recuerdo libre. Se presenta a
los sujetos un conjunto de estímulos para su estudio y posteriormente se les
pide que indiquen todos los que recuerdan.
- Reconocimiento. Se presentan
los estímulos para su estudio, y después se presentan los mismos mezclados con
otros estímulos nuevos para que indiquen si los reconocen de la fase previa.
- Tarea de completar Inicios de Palabras (Word-Stem Completion) (memoria implícita). Se presentan una serie de palabras bajo
instrucciones de aprendizaje intencional (se informa de que después se evaluará
el aprendizaje) o incidental (no se informa de que después habrá una evaluación
de aprendizaje). En la fase de prueba, se presentan una serie de 3 letras
correspondientes a las 3 primeras letras de las palabras previamente
presentadas, así como de palabras nuevas (no estudiadas). Se considera que la
previa presentación, sin instrucciones para relacionar las palabras con las de
la fase de estudio, facilita su recuerdo en la fase de prueba mediante el
efecto de priming. Por
ejemplo, se le dice al sujeto que escriba la primera palabra que le venga a la
mente que empiece con las letras «tel___», asumiendo que tendrá más
probabilidad de decir «teléfono» si esa palabra se ha presentado previamente.
En
estas pruebas se habla de sesgo de memoria cuando la persona recuerda, reconoce
o completa inicios de palabras en mayor medida cuando éstas son congruentes con
su estado emocional (amenazantes o negativas) que cuando son incongruentes (no
amenazantes o positivas).
Evidencia Experimental
En la investigación psicológica de
los sesgos cognitivos asociados con los diferentes estados emocionales se utilizan muestras clínicas y subclínicas
(sin manifestación evidente), según se apliquen diagnósticos o medidas de
auto-informe para formar los grupos experimentales (ansiosos y depresivos),
respectivamente. Utilizar muestras subclínicas implica asumir que la diferencia
entre pacientes clínicos y normales es similar a la diferencia entre pacientes
que puntúan alto y bajo en un cuestionario que mide ansiedad estado/rasgo o
estado de ánimo depresivo.
Para estudiar el sistema de
procesamiento de los distintos estados emocionales se puede hacer desde 2
planteamientos distintos y complementarios:
- Planteamiento Cuantitativo.
Se centra en la eficiencia que presenta el sistema de procesamiento, es decir,
cuánta información puede procesar y con qué gasto de recursos.
- Planteamiento Cualitativo. Se
analiza qué estimulación del entorno es selectivamente procesada. Lo expuesto
posteriormente es un análisis centrado en este planteamiento, tanto en muestras
clínicas como subclínicas.
Ansiedad y sesgos atencionales
Bar-Haim y cols. (2007) realiza un
meta-análisis mediante la recopilación
de 172 estudios, publicados entre febrero de 1986 y mayo de 2005, con una
muestra de 4.031 sujetos (2.273 participantes con ansiedad y 1.768 individuos
sin ansiedad). El primer y más
significativo resultado de este meta-análisis indica la existencia de un sesgo atencional en el procesamiento de la información
amenazante en individuos ansiosos que
se manifiesta a través de diferentes condiciones experimentales, sin que tal
sesgo aparezca en las no ansiosas. Respecto al posible efecto de las variables
vinculadas al procedimiento, se examinan:
- La influencia del formato de presentación de los estímulos:
- Verbales (ej. palabras emocionales)
- Pictóricos (ej. fotografías de rostros
humanos con distintas expresiones emocionales)
- El tipo de exposición de los estímulos o condiciones de presentación:
- Subliminal. Se impide la percepción
consciente de los estímulos porque son presentados muy brevemente (14-16 ms.),
seguido de una máscara (ej. secuencia de letras aleatorias) para evitar su
procesamiento.
- Supraliminal. Los estímulos se presentan 500
ms. o más, lo que permite que el individuo sea consciente de la percepción de estos.
Resultados del meta-análisis
respecto al posible efecto de estas variables:
- NO existen diferencias significativas en el procesamiento de estímulos amenazantes en función del
formato de presentación ya que ambos, pictóricos y verbales, producen un sesgo
significativo relacionado con la amenaza en los individuos ansiosos aunque con
la tarea emocional de Stroop, los estímulos verbales generan mayor nivel de
interferencia que los pictóricos.
- Existe un sesgo atencional hacia la información amenazante en las personas
ansiosas tanto si son presentados subliminal como supraliminalmente. Este sesgo
no aparece en el grupo control en ninguna de las 2 condiciones de presentación.
Si la condición de presentación se examina en interacción con el procedimiento
experimental: en la tarea de sondeo atencional el sesgo es mayor en la condición
subliminal y en la tarea de Stroop se produce el patrón inverso. Estos
resultados son consistentes con la afirmación de que los sesgos atencionales
que se encuentran con ambos tipos de tareas se basan en procesos diferentes:
tarea de Stroop con procesos controlados, más tardíos (conscientes) en la
secuencia de procesamiento atencional y el efecto de la tarea de sondeo
atencional refleja la intervención de procesos atencionales más iniciales
(pre-atencionales).
Otros de los resultados de este
meta-análisis:
- El Sesgo Atencional NO difiere significativamente entre ambas
muestras de sujetos (clínica y subclínica).
Sin embargo, al examinarlos en interacción con las condiciones de exposición se
encuentra que los pacientes ansiosos tienen mayor efecto selectivo en la
condición supraliminal, mientras que no aparece ninguna diferencia entre las
condiciones de presentación en los sujetos subclínicamente ansiosos. Esto
sugiere de cara a una intervención terapéutica, según Bar-Haim y col.,
focalizarse sobre los aspectos conscientes del sesgo ya que puede ser lo más
beneficioso.
- El Efecto Selectivo de Atención hacia la información amenazante
aparece en todos los trastornos de ansiedad,
lo que sugiere que este sesgo constituye un elemento central y común a todos
los trastornos de ansiedad.
Depresión y sesgos atencionales
De acuerdo con los datos aportados
por la revisión de Mogg y Bradley, se puede afirmar que, al contrario que en el
caso de la ansiedad, la evidencia respecto a un sesgo atencional en pacientes
depresivos (clínicos o subclínicos) es mucho más débil (casi inexistente).
Además, los resultados indican que aquellos estudios que encuentran un sesgo
atencional en los individuos depresivos lo hacen bajo determinadas condiciones
experimentales:
- Con la tarea de Stroop se encuentra sesgo atencional hacia estímulos negativos cuando son autoreferentes y se presentan
durante un intervalo de tiempo relativamente largo (1500-2000ms).
- No se encuentra en ningún caso efecto selectivo atencional cuando los estímulos negativos son presentados enmascaradamente
para evitar su acceso a la consciencia
Una explicación de la dificultad
para encontrar un sesgo en los procesos atencionales en personas depresivas ha
sido dada por Mogg y Bradley sobre la base de una posible relación entre la
rapidez de la respuesta atencional hacia las señales externas y la relevancia
motivacional de tales señales para la persona: «solamente un restringido rango de señales, como la información
negativa autorreferente, puede activar los mecanismos de persecución de metas y
producir un sesgo atencional en la depresión clínica».
Ansiedad y Sesgos de Memoria
El interés por este tipo de sesgo
en la ansiedad se ve reflejado en la revisión de Coles y Heimberg (2002) y en
el meta-análisis de Mitte (2008)
que, este último, tras un análisis cuantitativo de 165 estudios comparando
sujetos controles (no ansiosos) con sujetos con altos niveles de ansiedad
rasgo/estado o trastornos de ansiedad, en diferentes pruebas de memoria, se han
encontrado los siguientes resultados:
- Con relación a la memoria implícita.
Los resultados no apoyan la existencia de un sesgo de memoria implícita
asociado a un nivel alto de ansiedad rasgo.
- Los datos son inconsistentes
en la tarea de decisión léxica y no hay
diferencias entre individuos con altos y bajos niveles de ansiedad en la
tarea de completar inicios de palabras.
- Sólo cuando los datos se analizan
intra-grupo, ambos individuos (ansiosos y no ansiosos) completan más palabras
negativas que neutras o positivas.
- Con relación a la memoria explícita.
- No se encuentra un efecto global de
la ansiedad sobre el recuerdo.
- La tarea de reconocimiento NO muestra diferencias significativas
entre las personas con altos y bajos niveles de ansiedad. Sólo cuando se
compara el formato de presentación se detecta una tendencia hacia un mejor
reconocimiento de los estímulos pictóricos por parte de los individuos
ansiosos. Mitte señala que este efecto es debido a que en el entorno natural de
las personas ansiosas es más frecuente encontrar este tipo de estímulos y/o a
que en términos generales los estímulos pictóricos provocan más ansiedad que
los verbales.
- En la prueba de recuerdo libre, los datos aparecen como significativos
(aunque su magnitud no es elevada), poniendo de manifiesto que:
- En el análisis inter-grupo.
- Los individuos con niveles altos
de ansiedad recuerdan mejor la información amenazante (estímulos negativos).
- Las personas no ansiosas recuerdan
mejor los estímulos positivos.
- En el análisis intra-grupo.
- Los individuos con bajos niveles
de ansiedad recuerdan de manera similar todos los estímulos (positivos,
negativos o neutros).
- Los individuos con altos niveles de
ansiedad recuerdan más estímulos amenazantes que neutros.
- Con relación a la influencia del tipo de diseño experimental
utilizado:
- El tamaño de la diferencia en el
recuerdo de la información amenazante entre individuos con altos y bajos
niveles de ansiedad disminuye en la condición de alto nivel de procesamiento
(procesamiento más elaborado).
- El número de estímulos y el intervalo de retención: cuantos más
estímulos son utilizados y mayor es el intervalo de retención (más tiempo
transcurre entre codificación y fase de recuperación), menor es la diferencia
de recuerdo entre ambos grupos de sujetos.
- Con relación al estatus clínico:
- No existen diferencias
entre los estudios que utilizan muestras subclínicas y clínicas ni entre los
distintos tipos de trastornos de ansiedad. El sesgo de memoria es un aspecto
central de la ansiedad y no una característica propia de cada trastorno.
- El sesgo de memoria está asociado no tanto con la amenaza general sino
más bien con los estímulos negativos específicos relacionados con el tipo de
desorden de los individuos.
En conjunto, los resultados
indican que la ansiedad (subclínica y clínica) está asociada a un procesamiento
elaborado de información de amenaza que es modulado por diferentes condiciones
o variables moderadoras
Depresión y Sesgos de Memoria
En general los datos indican que
el “Efecto de Recuperación Dependiente
del estado de ánimo” presenta poca fiabilidad y se muestra como un fenómeno
inestable e inconsistente. Como señala Eich “aparece de manera fiable solamente
dentro de un rango restringido de circunstancias y condiciones”. Por esto, la
mayoría de las investigaciones en torno a la relación entre depresión y/o estado
de ánimo y recuperación de la información emocional se centran en la
verificación de la hipótesis de congruencia en la memoria explícita mediante la
utilización de tareas de recuerdo libre, señalado y/o reconocimiento.
Los datos experimentales señalan
que el recuerdo congruente con el estado
de ánimo es un efecto robusto y potente en el ámbito de la depresión,
cuando se utilizan pruebas de memoria explícita. Existe un sesgo en el recuerdo
de la información congruente (negativa) en personas clínicas o subclínicas.
Los
resultados obtenidos de un posible sesgo de recuerdo congruente a nivel de
memoria implícita carecen de consistencia, encontrándose datos contradictorios
y equívocos.
Algunas Consideraciones Finales en torno a la Revisión de la Evidencia Experimental
Los resultados obtenidos en los
distintos meta-análisis y revisiones sugieren que los sesgos cognitivos actúan a diferentes niveles de procesamiento
según el estado emocional:
- Ansiedad. Su incidencia se refleja en los
procesos cognitivos automáticos relacionados con la presencia de sesgos
atencionales y pre-atencionales negativos. De manera más concreta:
- Los resultados de los procesos
atencionales sugieren un sesgo
atencional hacia estímulos emocionales amenazantes en personas con alto nivel
de ansiedad (clínica y subclínica). Dicho sesgo de produce automáticamente
(no consciente), previo a la selección atencional (presentación muy breve o de
manera enmascarada) o independientemente del formato de presentación.
- Los datos revisados sugieren que el sistema de evaluación de la amenaza es
el mecanismo responsable de los sesgos atencionales en la ansiedad.
- Depresión o personas con estado emocional depresivo. Afecta en mayor medida a los procesos cognitivos estratégicos o
elaborados que se manifiestan a través de sesgos en la recuperación de la
información de la memoria. El sesgo
atencional se produce cuando los estímulos son presentados durante un tiempo
mayor (500-1500 ms), permitiendo un procesamiento consciente y
desapareciendo cuando no es posible dicho procesamiento (exposición breve o
condiciones de enmascaramiento). Mathews
y MacLeod afirman: “Los procesos que
llevan la atención hacia las señales de amenaza en los trastornos de ansiedad se
inician en un estado temprano, no consciente, del procesamiento. Esta
sensibilidad temprana a las señales de amenaza puede ser inhibida en la
depresión y reemplazada por una atención más lenta dirigida estratégicamente
hacia la información congruente con el estado emocional”.
- La evidencia experimental encontrada en algunos estudios que utilizan
el paradigma de señalamiento espacial sugiere que el sesgo atencional de los individuos con trastornos emocionales está
asociado a la dificultad para “desenganchar” la atención hacia los estímulos
emocionales.
El meta-análisis de Mitte indica que la ansiedad incide tanto en los
procesos perceptuales como en el procesamiento conceptual y en los sistemas de
memoria que implican la elaboración de la información. Estos resultados apoyan
la idea de un sesgo de memoria explícita
y sugieren que la ansiedad incide en mayor medida en los procesos de
recuperación específica de la información que en los procesos de
reconocimiento. El autor sugiere que este sesgo se puede explicar teniendo en
cuenta que los procesos motivacionales y el propósito de las personas afectan
al procesamiento de la información: la
memoria depende de la relevancia personal y de las metas subjetivas de los
individuos (se tiende a recordar mejor lo importante o lo deseable).
No es posible establecer una
relación causal entre la presencia de sesgos cognitivos y el desarrollo y
mantenimiento de trastornos emocionales. Sin embargo, el que ansiedad y
depresión se caractericen por numerosos sesgos cognitivos (atención,
recuperación, interpretación, control del procesamiento emocional, etc.) parece
apuntar a favor de la hipótesis de que los sesgos cognitivos negativos
representan un elemento de vulnerabilidad
cognitiva tanto para la ansiedad como para la depresión.
El patrón general de resultados no
parece ajustarse en su totalidad a los diferentes modelos cognitivos elaborados
para explicar los mecanismos a través de los cuales se producen los sesgos
cognitivos asociados a los trastornos de ansiedad y depresión, aspecto que deja
abierto el campo de investigación para la incorporación de estudios realizados
dentro del ámbito de la neurociencia y otras disciplinas afines (evaluación de
los sesgos mediante cartografía cerebral, TEP, RMF o potenciales evocados).
Por último, los datos expuestos deben ser complementados con hallazgos de otras
líneas de investigación, como los que señalan la existencia de déficits a
nivel de las funciones del control ejecutivo de la atención o la reducción de
recursos cognitivos en tareas complejas en personas con ansiedad y depresión.
ANSIEDAD, DEPRESIÓN Y REGULACIÓN EMOCIONAL
Las
emociones son reacciones somáticas y cognitivas que
se originan ante situaciones específicas internas o externas, o como consecuencia
de la transacción diaria persona-ambiente por lo que es difícil asumir que las
personas experimenten de forma pasiva sus emociones. Desgraciadamente, los
diferentes sesgos cognitivos asociados a los trastornos emocionales (ansiedad y
depresión), pueden incidir en la utilización de estrategias de regulación de la
emoción desadaptativas e impedir que se apliquen otras más adaptativas.
Joormann
y D’Azanvato analizaron el rol de los procesos
cognitivos en la regulación de las emociones y señalaron que los sesgos
cognitivos de procesamiento selectivo de la información emocional, que ocurren
a nivel de los procesos atencionales y de la memoria, pueden producir
evaluaciones rígidas (originadas de manera automática y no consciente) que
interfieren con la regulación de la emoción.
- En personas depresivas, la mayor elaboración de la información negativa hace que sea más
accesible y recuperable lo que hace difícil que se desenganchen, favoreciendo la rumiación de los
pensamientos negativos que tiende a dificultar la recuperación de un episodio
depresivo o a prologarlo. Este sesgo de memoria limita el recuerdo incongruente
con el EA (mayor recuerdo de la información positiva) para regular el estado
emocional.
- En personas con ansiedad, que exista un sesgo pre-atencional que opere a nivel automático impide que la
persona modifique de forma intencional la situación que le produce reacciones
de ansiedad.
- Si el sesgo atencional ocurre en etapas tardías del proceso atencional,
será muy difícil que las personas puedan utilizar una estrategia para
re-direccionar su atención fuera de los estímulos negativos.
Los datos de investigaciones
realizadas en el marco de la modificación de sesgos cognitivos indican que es
posible entrenar a los individuos para eliminar dichos sesgos y así facilitar
el empleo de estrategias para modificar su respuesta emocional.
RESUMEN Y CONCLUSIONES
Un modo adecuado de organizar las
distintas emociones es diferenciando entre sus aspectos reactivos
(comportamentales) y sus aspectos cognitivos (subjetivos). Pero sin duda
alguna, dentro del ámbito de la psicología, el aspecto que más interés ha
suscitado en los últimos 20 años ha sido el estudio de los aspectos cognitivos
asociados a las emociones.
A finales de la década de los
setenta y principio de los ochenta se desarrollan diferentes modelos
cognitivos, entre los que destacan los elaborados por Beck (1976) y Bower
(1981). Estos modelos subrayan la importancia de determinados sesgos cognitivos en el procesamiento
de la información como factores claves a la hora de entender la etiología y el
mantenimiento de los trastornos emocionales de ansiedad y depresión.
Tanto
el modelo de Beck como el de Bower postulan, por un lado, la existencia de
sesgos cognitivos selectivos congruentes
con la información que caracteriza a la ansiedad y la depresión (peligro y
pérdida, respectivamente). Por otro lado, que los «sesgos» cognitivos hacia el
procesamiento de información emocional (amenazante o negativa, respectivamente)
se producen en todas las etapas del procesamiento (codificación,
almacenamiento, recuperación e interpretación). Asimismo, ambas teorías hacen
las mismas predicciones, en el sentido de postular que las personas con
trastornos emocionales difieren, respecto a las personas normales, tanto a
nivel de los procesos automáticos como de los procesos controlados. Sin
embargo, este último postulado ha sido cuestionado por los diferentes modelos
cognitivos desarrollados más recientemente (Mathews y Mackintosh, 1998; Mogg y
Bradley, 1998; Williams y col., 1988, 1997) que no sólo proponen nuevos
mecanismos cognitivos como responsables de los sesgos atencionales y de
memoria, sino que postulan que los sesgos en el procesamiento de la información
relacionados con los diferentes trastornos emocionales difieren en cuanto a la
etapa de la secuencia de procesamiento en la que se producen.
A nivel experimental, hay que
señalar que desde la década de los 80 hasta la actualidad se han realizados
numerosos estudios dirigidos a examinar la existencia de posibles sesgos cognitivos relacionados con el
procesamiento de información emocional en personas con niveles altos de
ansiedad (estado o rasgo) y depresión, mediante la utilización de diferentes
paradigmas experimentales diseñados para medir la atención y la memoria. Este
amplio conjunto de investigaciones ha sido analizado mediante diferentes
metaanálisis y revisiones cuantitativas sobre la atención y la memoria en la
ansiedad y la depresión (Bar-Haim y col., 2007; Barry y col., 2004; Mogg y
Bradley, 2005; Yiend, 2010). El patrón de resultados obtenidos a nivel de los
procesos atencionales sugiere la
existencia de un sesgo atencional hacia los estímulos emocionales (amenazantes)
en las personas con niveles altos de ansiedad (clínica y subclínica). Este
sesgo atencional se produce de manera automática y no consciente (ocurre
incluso cuando son expuestos muy brevemente o de manera enmascarada) e
independientemente del formato de presentación (estímulos verbales o estímulos
pictóricos).
GLOSARIO
- Atención selectiva. Capacidad
para atender a la ejecución de una tarea o estímulo, sin mostrar interferencia
de otra segunda tarea o estímulo.
- Conciencia. Parte de la mente en la que se
producen los pensamientos, sentimientos e imágenes de los que la persona es
consciente.
- Modelo cognitivo. Conjunto de
principios elaborados para explicar y predecir hechos observables a partir del
estudio de las representaciones mentales que dan origen al pensamiento y la
experiencia consciente.
- Priming (facilitación).
Proceso por el que la presentación de un estímulo influye en el procesamiento
de un estímulo presentado con posterioridad, haciendo que sea más fácil
(“priming” positivo) o más difícil (“priming” negativo).
- Procesamiento información.
Proceso que implica la transformación de los estímulos en representaciones
mentales y su utilización.
- Procesos automáticos.
Procesos que se realizan en paralelo, a gran velocidad, requieren muy pocos
recursos y se producen por debajo del umbral de consciencia.
- Procesos mentales. Sistemas
activos de operaciones que sirven para analizar, manipular y transformar la
información contenida en las representaciones mentales.
D E S C A R G A R P D F
REFERENCIAS
- Resumen Jovana RN (2017-18)
- Resumen NESS Uned (2015-16)
- Bermúdez Moreno, J., &
e-libro, C. (2011). Psicología de la personalidad (1® ed.). Madrid: Universidad
Nacional de Educación a Distancia.
- UNED aLF
[1] El conexionismo es un paradigma que, basándose en la forma de
trabajar en paralelo que tienen las neuronas del cerebro humano, postula que
los fenómenos mentales pueden ser explicados por redes de unidades sencillas y
frecuentemente iguales que se interconectan.