D E M O C R A T O P I A

Traumatismo craneoencefálico

El Traumatismo craneoencefálico (TCE) es la causa más frecuente de daño cerebral adquirido en la infancia. En el estado español la incidencia anual es de 235 casos por cada 100.000 habitantes (aprox.el 50% menores de 15 años). Uno de cada 10 niños padecerá un TCE a lo largo de la etapa infantil, el 79% serán leves, el 12% moderados y el 9% graves (Manrique, 2010).

Neurobiología y neuropsicología del trastorno por déficit de atención con hiperactividad

En la actualidad, es uno de los trastornos más diagnosticados en la infancia y la adolescencia, con tasas de prevalencia del 6-7% (Willcutt, 2012). Se identifica por la presencia de un patrón persistente de falta de atención, actividad motora excesiva e impulsividad que interfieren en el funcionamiento o en el desarrollo.

Síndrome de Asperger

En 1981, Lorna Wing se hizo eco de las dudas acerca de la validez teórica y clínica de dicha entidad nosológica, al describir el conjunto de síntomas a los que dio el nombre del psiquiatra austríaco Hans Asperger basándose en la semejanza entre los casos por él expuestos y los evaluados por ella misma, dudas que aún hoy continúan.

Autismo

En 1943, Leo Kanner publicaba su artículo «Perturbaciones autistas del contacto afectivo», donde, por primera vez, se caracterizaba nosológicamente el trastorno autista (inicialmente denominado «autismo infantil precoz»). El autismo es uno de los campos más fértiles y productivos que existen para la investigación en neurodesarrollo.

Trastornos del espectro autista

Se engloban bajo el TEA aquellos trastornos cuyos síntomas incluyen alteraciones en el desarrollo de la comunicación y de la interacción social, junto con la presencia de patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidos, además de otras manifestaciones clínicas que pueden variar enormemente de un individuo a otro.

Trastorno pragmático del lenguaje

La mayoría de las definiciones relacionan estrechamente las capacidades pragmáticas con el lenguaje expresivo, obviando el papel del oyente, por lo que ofrecen una visión incompleta (Monfor et al., 2004). Si pretendemos abordar el estudio de la pragmática hemos de considerar una definición global que tenga en cuenta dos dimensiones complementarias; la formal y la funcional. La formal hace referencia al dominio de las reglas sociales del lenguaje, y la funcional a la eficiencia comunicativa. Los niños con presentan alteraciones en ambos niveles.

Trastorno fonológico-sintáctico del lenguaje

El trastorno fonológico-sintáctico es posiblemente el subtipo de TEL más frecuente, el trastorno del lenguaje por excelencia. Este subtipo de TEL se caracteriza por dificultades fonológicas y morfosintácticas, con alteración tanto de la esfera expresiva como de la receptiva. Los niños con este trastorno suelen presentar un lenguaje espontáneo con errores de pronunciación y múltiples agramatismos.

Emergencia tardía del lenguaje

El término «emergencia tardía del lenguaje» se utiliza para referirse a la condición de los niños que a los 2 años presentan un retraso de vocabulario en ausencia de un trastorno subyacente reconocido, como déficits sensoriales, neurológicos o cognitivos, o trastornos del espectro autista. Estos niños se denominan «hablantes tardíos». En torno al 13-15% de los niños presentan retraso en el inicio del habla.

Neurofibromatosis de tipo I

La neurofibromatosis de tipo I o enfermedad de Von Recklinghausen, es una alteración genética que sigue un patrón de herencia autosómico dominante vinculada al cromosoma 17 ( la neurofibromatosis de tipo II la lo estaría al cromosoma 22). Tiene una prevalencia aproximada de 1 persona de cada 3000.
La mitad de los afectados la heredan de alguno de sus padres, mientras que la otra mitad es producto de una mutación espontánea. Su curso es crónico.

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