D E M O C R A T O P I A

Terapia Racional Conductual (TREC)

VERSIÓN 1.0

Introducción

La creencia de que los problemas psicológicos derivaban probablemente de una historia de condicionamiento inapropiada sirvió de base a la primera generación de terapeutas de conducta para el desarrollo de tratamientos basados en los principios operantes y del condicionamiento clásico, no obstante, el modelo subyacente estímulo-respuesta fue puesto en entredicho con relativa rapidez acusado de no dar cuenta de la complejidad de la conducta humana, así mismo, el fracaso de estas intervenciones al ser aplicadas a problemas del estado de ánimo como la depresión abrió la puerta a la cognitivización de la Terapia de Conducta y así al comienzo de la llamada segunda generación.

Origen histórico

Epicteto (55-135). Los hombres no se perturban por las cosas, sino por cómo se las toman.
Albert Ellis (1913-2007). Fue el creador de la Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC).
  • 1957. Ellis presenta un modelo de intervención psicoterapéutica que denominó Terapia Racional en el que enfatizaba el papel de las creencias en el desarrollo de los trastornos emocionales, defendiendo activamente que el cambio de creencias irracionales puede conducir a un cambio emocional y conductual.
  • 1961. Cambia el nombre de su enfoque a Terapia Racional Emotiva para destacar que, contrario a las críticas que se venían realizando, no era una terapia centrada exclusivamente en las creencias de los pacientes, sino que también se prestaba una especial atención a las emociones que experimentaban.
  • 1993. Vuelve a sustituir el nombre por el de Terapia Racional Emotiva Conductual para resaltar que la conducta es igualmente un objetivo de tratamiento y que técnicas conductuales se han utilizado desde el principio como procedimientos de intervención habitual.

Ellis mostró desde el comienzo de su formación una actitud crítica con el psicoanálisis por considerar que su efectividad para solucionar los problemas de los pacientes era escasa. Concluyó que adquirir el insight de las experiencias traumáticas infantiles no conducía a cambios sustanciales en sus problemas actuales, mientras que dar orientaciones a los pacientes para cambiar creencias básicas relacionadas con actitudes ante la vida conseguía más cambios en sus problemas emocionales.

Ellis siempre ha destacado como apoyo esencial a sus teorías los escritos y opiniones de importantes filósofos y pensadores:

  • Filósofos estoicos.
  • Kant, Spinoza o Schopenhauer.
  • Popper o Reichenbach.
  • Russell, Tillich o Heidegger.

De su formación psicoanalítica Ellis resalta la influencia de los trabajos de:

  • Adler (1927). El papel desempeñado por los sentimientos de inferioridad. La importancia concedida a la ansiedad del ego, la repercusión del interés social en el bienestar psicológico, o la tendencia de los seres humanos a establecer metas y propósitos.
  • Karen Horney (1950). La importancia atribuida en el marco conceptual de la TREC al pensamiento absolutista, dogmático y evaluativo en el malestar emocional.

Podríamos resumir los principios éticos y humanistas que asume la TREC en la ayuda a las personas a maximizar su individualidad, aceptación incondicional, y libertad (no siempre ilimitada), incluso para elegir su propio estado emocional y su compromiso social; el marcado efecto que puede tener el lenguaje sobre nuestros pensamientos, emociones y acciones, o la idea de que es necesario condenar el pecado pero no al pecador, proveniente de la filosofía cristiana.

Las técnicas conductuales han sido desde los comienzos una parte fundamental del paquete de técnicas que ya se utilizaban en el proceso de la llamada inicialmente Terapia Racional. Ellis valoró la efectividad de las técnicas conductuales utilizándolas para superar sus problemas de timidez con las mujeres y su miedo a hablar en público, así como en las terapias sexuales y de pareja que llevaba a cabo antes de formular la Terapia Racional. A medida que la Terapia de Conducta iba desarrollando nuevas técnicas de contrastada efectividad, la TREC iba incorporando aquellas que facilitaban sus objetivos terapéuticos de cambio.

Fundamentos teóricos y filosóficos

La TREC considera al ser humano como un organismo complejo y biopsicosocial con una fuerte tendencia a establecer metas y propósitos y tratar de conseguirlos. Las dos metas básicas son a) supervivencia y b) hedonismo (obtener el mayor bienestar posible y evitar el malestar innecesario). De estas metas básicas se derivan todo el resto de submetas que las personas se van proponiendo a lo largo de la vida y que, además de proporcionarles felicidad, les permiten da cierto sentido a su vida.

Los ABCs de la TREC

Ellis (1984). Postula el modelo ABC: «A» son los acontecimientos activadores a los que respondemos, «C» la respuesta cognitiva, emocional o conductual que damos y «B» las creencias que tenemos sobre «A» que son las que explican en mayor medida nuestra respuesta «C», siendo, «B» el mediador fundamental entre «A» y «C».

Cuando los individuos intentan conseguir sus metas, en los distintos ambientes que conforman su entorno, se van encontrando con acontecimientos activadores (A) que les permiten o dificultan la consecución de sus metas en función de las valoraciones que realicen de estas situaciones estimulares, creencias racionales e irracionales (B) y las consecuencias emocionales, conductuales y cognitivas (C).

Por ejemplo, un accidente laboral en el que se pierde un brazo (A) puede producir consecuencias (C), como depresión, pérdida del trabajo, evitación a la gente, imposibilidad de hacer deporte, sentimientos de ser muy desgraciado, inútil, etc. y generar «creencias irracionales» (B) del tipo «nunca encontraré trabajo debido a mi mutilación», «nadie me querrá», «jamás podré ser feliz», etc. Las consecuencias derivadas de A (sentimiento de frustración, depresión, etc.) pueden a su vez influir, igualmente, en la activación o creación de creencias irracionales (B), por ejemplo, del tipo: «me siento fatal, no puedo soportarlo», «esto es tan horrible que nunca lo superaré», etc., que a su vez pueden influir nuevamente en C incrementando la sensación de malestar y convirtiendo la valoración realizada sobre el estado emocional en una nueva consecuencia (C) de mayor intensidad.

Mecanismos cognitivos del malestar

Ellis (1994; 1995). Define las creencias racionales como cogniciones evaluativas de significado personal que son de carácter preferencial que se expresan en forma de «deseo», «preferencia», «gusto» «agrado» y «desagrado».
Maultsby (1975). Señala tres de los criterios que cumplen las creencias o esquemas irracionales:
1) No responden a los principios de la lógica porque se basan en interpretaciones incorrectas y son inconsistentes con la evidencia empírica.
2) Son automáticos, y el individuo no es consciente del papel mediador que ejercen sobre sus pensamientos, sentimientos y conducta.
3) Obstaculizan la consecución de las metas y propósitos básicos.
Ellis (1984). Postula que las creencias irracionales de catastrofismo, baja tolerancia a la frustración y depreciación global, se derivan de las demandas o exigencias absolutistas de los debería o tendría
Wessier (1984). Postula que los cuatro tipos de creencias irracionales pueden ser primarios y en ocasiones ser los pensamientos irracionales relacionados con demandas y exigencias absolutistas (debería, tendría) los que se deriven de alguno de los otros tres (catastrofismo, baja tolerancia a la frustración y depreciación de uno mismo).
Dryden, David y Ellis (2010). Asumen la interdependencia de las creencias absolutistas por un lado, y por otro, de los pensamientos catastrofistas, baja tolerancia a la frustración y depreciación, considerándolos como dos caras de la misma moneda.
DiGiuseppe (2010). Considera que sería más exacto denominar a las creencias irracionales esquemas irracionales. Las creencias irracionales se pueden considerar esquemas de amplio espectro, tácitos, que operan a muchos niveles, conjuntos de expectativas o creencias sobre lo que es y debería ser el mundo, y lo que es y debería ser bueno o malo.

Desde el punto de vista psicológico, la idea central de la teoría de la TREC estaría en la distinción entre creencias racionales e irracionales y su decisiva contribución en el desarrollo de las emociones, conductas y pensamientos adecuados o disfuncionales. Los pensamientos racionales son flexibles y ayudan al individuo a establecer libremente sus metas y propósitos. Los pensamientos irracionales son, por el contrario, cogniciones evaluativas de carácter absolutista y dogmático, se expresan de forma rígida con términos tales como debería de y tendría que y generan emociones negativas perturbadoras que interfieren claramente en la consecución de metas y propósitos que proporcionan felicidad.

La racionalidad e irracionalidad no se define en la TREC en un sentido absoluto, sino relativo porque lo que realmente dificulta o ayuda a conseguir las metas dependerá de la persona y de su situación particular. Las creencias irracionales se pueden considerar esquemas de amplio espectro, tácitos, que operan a muchos niveles, conjuntos de expectativas o creencias sobre lo que es y debería ser el mundo, y lo que es y debería ser bueno o malo.

Desde los comienzos de la TREC, Ellis (1962) ha ido identificando más de 200 creencias irracionales que tienen una clara influencia en los trastornos psicológicos. Las 11 creencias más significativas y relevantes son:

  1. Necesito el amor y la aprobación de todas las personas importantes de mi entorno.
  2. Para considerar que soy valioso debo ser absolutamente competente y tengo que ser capaz de conseguir todo lo que me propongo.
  3. Hay personas a las que se debe considerar malvadas, infames o inmorales y deben ser culpadas y castigadas por sus malas acciones.
  4. Realmente es terrible, horrible y catastrófico que las cosas no salgan o no sean como yo deseo.
  5. Los seres humanos no podemos hacer nada o casi nada para evitar o controlar las desgracias y los sufrimientos que padecemos porque son producidos por causas externas sobre las que tenemos muy escasa influencia.
  6. Cuando ocurre o puede ocurrir algo peligroso o amenazante, debo sentirme tremendamente preocupado y pensar constantemente que puede ocurrir lo peor.
  7. Es mucho más fácil evitar que afrontar las dificultades y responsabilidades que se presentan en la vida.
  8. Se debe depender de los demás; se necesita tener a alguien más fuerte que uno mismo en quien confiar.
  9. Las cosas que me ocurrieron en mi historia pasada son determinantes de mi conducta actual y de mi conducta futura porque siempre y de manera definitiva me influirán.
  10. Debo preocuparme mucho y constantemente por los problemas y perturbaciones de los demás.
  11. Existe una solución precisa, acertada y perfecta para cada problema y es horrible y catastrófico no encontrarla.

En la actualidad, más que describir nuevas creencias irracionales concretas, la teoría de la TREC se centra en resaltar la importancia de cuatro formas de pensamiento irracional:

  • Demandas o exigencias (p.ej. «Si mi pareja me quisiera, no se negaría a tener sexo en la playa»).
  • Catastrofismo (p.ej. «Como los resultados de la biopsia no sean positivos será horrible, yo me muero»).
  • Baja tolerancia a la frustración (p.ej. «no me presento al examen de junio porque me da miedo que me suspendan, es durísimo, yo soy muy sensible y no podría soportarlo»).
  • Depreciación o condena global de la valía humana (p.ej. «Me han suspendido el examen de Pensamiento, el ED es un incompetente absoluto». «He vuelto a reventar el espejo retrovisor al aparcar. Soy una inútil, todo lo hago mal»).

Estas formas de pensamiento se consideran irracionales porque son falsas, ilógicas, extremas y tienden a interferir con las metas y propósitos básicos de la personas.

Tendencias biológicas básicas

Ellis sugiere que los seres humanos tienen dos tendencias biológicas importantes:

  • La tendencia a pensar irracionalmente. Se refiere a la tendencia a convertir sus fuertes preferencias en exigencias absolutistas.
  • La capacidad de elegir cambiar sus creencias irracionales si así lo desean. Se refiere a la capacidad de los seres humanos de poder elegir cambiar sus pensamientos y conductas disfuncionales. Esto implica que las personas, a pesar de su tendencia al pensamiento irracional, no son esclavas de ella puesto que pueden trascender sus efectos eligiendo, aunque con esfuerzo, si desean cambiar su forma de pensar irracional y, como consecuencia, eliminar sus emociones negativas perturbadoras.
1Todos los seres humanos tienen algún tipo de pensamiento irracional y de autoderrota.
2Pensamientos Irracionales que tienen que ver con creencias absolutistas y generan perturbación emocional se encuentran en personas de todas las culturas.
3La mayoría de las conductas autodestructivas que llevamos a cabo, por ejemplo, postergar actividades y responsabilidades (procrastinación), o la falta de autodisciplina son contrarias a lo que tratan de enseñar los padres, profesores o medios de comunicación.
4Incluso las personas más brillantes e Inteligentes a menudo, después de renunciar a pensamientos Irracionales, suelen adoptar otros nuevos igualmente irracionales.
5Incluso las personas que se oponen enérgicamente a diferentes creencias Irracionales (p.ej. Ideologías o pensamientos absolutistas), a menudo suelen caer en la misma Irracionalidad (p.ej. rechazo de esos pensamientos o creencias absolutistas con argumentos también absolutistas).
6Tomar conciencia de la irracionalidad de los pensamientos, sentimientos o conductas sólo ayuda parcialmente a modificarlos
7Los seres humanos suelen volver a sus hábitos y patrones de conducta de autoderrota incluso aunque hayan trabajado duramente para superarlos.
8Las personas a menudo encuentran más fácil aprender conductas de autoderrota que de autosuperación.
9Los terapeutas que se supone deberían preferiblemente ser buenos modelos a seguir de racionalidad, a menudo actúan irracionalmente en su vida personal y profesional.
10Las personas con frecuencia se engañan a si mismos creyendo que ciertas malas experiencias nunca les ocurrirán a ellos.
Ellis y Dryden (1997). 10 argumentos en los que se apoyan para defender la base biológica del pensamiento irracional.

Emociones adaptativas y desadaptativas

Ellis (1994). Las emociones negativas y positivas saludables estarían asociadas a pensamientos o creencias racionales y las emociones negativas y positivas perturbadoras lo estarían a pensamientos irracionales

La TREC considera que no todas las emociones negativas son disfuncionales, ni todas las emociones positivas adaptativas o saludables. Las emociones adecuadas son todos aquellos sentimientos positivos y negativos que va experimentando un individuo a lo largo de su vida que no interfieren con el establecimiento y consecución de metas. Entre los sentimientos positivos inadecuados estarían la grandilocuencia o prepotencia que podrían interferir con la consecución de metas y propósitos; entre los negativos estarían los sentimientos de ira, depresión, ansiedad, desesperación, desesperanza, incapacidad o inutilidad. Estos sentimientos negativos se consideran inadecuados porque incrementan la percepción subjetiva de malestar o frustración y suelen bloquear las acciones que facilitan el afrontamiento de las dificultades que surgen en todo proceso de consecución de metas.

Emociones negativas
insanas
Creencia irracional asociada
Emociones negativas
sanas
Creencia irracional asociada
Ansiedad«He trabajado mucho para conseguir este puesto. No debería perderlo bajo ningún concepto, si ocurre sería terrible»Preocupación«He trabajado mucho para conseguir este puesto.
Espero no perderlo porque supondría que la empresa se pasa el convenio por el forro de los cojones».
Depresión«Los Borbones no tendría que haber abandonado España. Es terrible que se haya ido»Tristeza«Siento mucho que los Borbones se haya ido de España, pero ahora los ciudadanos elegimos al jefe del estado»
Vergüenza«He metido la pata. Es terrible, no
debería haberlo hecho. Todos pensarán
que soy un auténtico estúpido
Decepción«He metido la pata, me lo tomo como un aprendizaje, y no le doy demasiada importancia a lo que puedan pensar los demás».
Culpa«Me he enfadado con Nuria sin razón.
Cómo he podido ser tan vil. No debería
nunca hacer estas cosas, no tengo
perdón»
Remordimiento«Me he enfadado con Nuria sin razón. La verdad es que lo he hecho fatal. En cuanto la vea le pediré disculpas»
Ira«Esa chica es una sinvergüenza, se ha colado y es inadmisible. Tendría que haber hecho lo que debe
como hacemos todos: esperar su tumo»
Enfado«Vaya cara que tiene esa chica, se ha colado, podría haber esperado su turno como todos»
Emociones negativas y creencias.

Ansiedad perturbadora y ansiedad del yo

Ellis (1990). Generalmente, la ansiedad perturbadora suele ser un síntoma secundario. A veces es difícil reconocer este tipo de ansiedad y puede confundirse con la ansiedad generalizada o flotante, puesto que la ansiedad que puede llegar a provocar la propia sintomatología de ansiedad puede hacer que ésta se manifieste en distintas situaciones, ajenas todas ellas a la situación original que produjo el malestar inicial.
Dryden (2009). En definitiva, la ansiedad perturbadora implica una baja tolerancia a la frustración que se origina porque la persona hace demandas a sí mismo, a los otros o al mundo que tienen que ver con normas dogmáticas sobre las condiciones de bienestar y vida confortable que deberían tener.

Ellis considera que cuando los individuos presentan demandas absolutistas sobre el mundo, otras personas, o ellos mismos, cuando estas demandas fallan, se genera malestar emocional que dará lugar a dos tipos de perturbación psicológica:

Ansiedad del Yo. La ansiedad del yo se define como un malestar emocional intenso que se acompaña con frecuencia por sentimientos fuertes de depresión, vergüenza, culpa o incapacidad. Este tipo de ansiedad la suelen experimentar las personas cuando:

  1. Sienten que su «yo» o su valía personal está amenazado.
  2. «Deben» o «tienen» necesariamente que hacer bien cualquier cosa y/o ser aprobados por los demás.
  3. Sienten que es «horroroso», «terrible» o «catastrófico» no hacer bien las cosas y no ser aprobados por los demás como ellos creen que «deberían» o «tendrían» que serlo.

La ansiedad del yo supondría, por tanto, el auto-desprecio de la persona por no cumplir con las exigencias que tiene sobre ella misma, los otros y el mundo. La alternativa racional y saludable sería la aceptación incondicional de uno mismo reconociéndose como ser falible. La auto-aceptación incluye, entre otras cosas, aprender a evitar calificaciones o valoraciones globales y ser capaz de reconocer que, como ser humano que es, comete y cometerá errores, de ese modo estará en condiciones de realizar un afrontamiento adecuado de los problemas.

Ansiedad perturbadora. La ansiedad perturbadora hace referencia al malestar emocional que experimentan las personas cuando:

  1. Consideran que su vida o bienestar se encuentran amenazados.
  2. Consideran que deben o tienen que conseguir lo que desean necesariamente o «no deben o no tienen» que experimentar o padecer lo que no desean.
  3. Consideran que es terrible, horroroso o catastrófico, en lugar de desagradable o incómodo, no conseguir lo que creen que deben o tienen que tener o sienten lo que creen que no deben o no tienen que sentir.

La tolerancia a la frustración es la alternativa saludable y racional a este tipo de perturbación. La detección de la ansiedad perturbadora es importante porque será el paso previo al tratamiento de los problemas de ansiedad específica. Cuando el cliente haya aprendido a dejar de horrorizarse de sus propios sentimientos de ansiedad, cuando acepte que sentirse ansioso no es tan terrible, dejará de obsesionarse por ese sentimiento y, entonces, según los preceptos de la TREC, podrá trabajar para superar la ansiedad que le producen los estímulos concretos.

Ellis resalta la necesidad de tratar de forma independiente estos dos tipos de ansiedad (perturbadora y del yo) aunque a veces se solapen, porque en cada uno de ellas están implicadas creencias irracionales diferentes.

Filosofía de vida y salud psicológica

La importancia concedida en la TREC a aspectos filosóficos queda reflejada en la consideración de lo que se entiende por creencias irracionales y en lo que a su juicio son las dos principales perturbaciones psicológicas.

PRINCIPIOENUNCIADO
Interés por uno
mismo
Aunque el sacrificio y el preocuparse por otras personas puede ser conveniente y necesario en determinados momentos o situaciones, como regla general, el interés por uno mismo ha de ser superior al interés que se preste a los demás.
Interés SocialPuesto que somos seres sociables, vivimos en comunidad y una parte importante de nuestras gratificaciones se derivan de la interacción social, es necesario actuar éticamente y defender y respetar los derechos de los demás y contribuir al bienestar y
supervivencia de la sociedad.
AutodirecciónLas personas sanas asumen la responsabilidad de dirigir y gobernar su propia vida sin «necesitar» o «demandar» constantemente el apoyo de los demás.
Tolerancia a la
frustración
Los individuos racionales se conceden a sí mismos y a los demás el derecho a equivocarse, evitando condenar y procuran modificar las condiciones desagradables o adversas si pueden o aceptarlas si no se pueden cambiar.
FlexibilidadLas personas sanas y maduras procuran evitar establecer reglas rígidas e inalterables con ellos mismos y con los demás. Sus planteamientos y actitudes son tolerantes y pluralistas. Mantienen posturas flexibles y están abiertas al cambio.
Aceptación de la
incertidumbre
Es adaptativo y saludable reconocer y aceptar el hecho de que vivimos en un mundo incierto y probabilístico y admitir que, por el momento, no existen certezas o verdades «absolutas», ni probablemente existirán.
Compromiso creativoLas personas tienden a sentirse más felices cuando se implican vitalmente en algún proyecto ajeno a ellas mismas, les interesa algún tema creativo y asumen algún compromiso social al que dedican parte de su vida cotidiana
Pensamiento
científico
Los individuos sanos tienden a ser objetivos, racionales y científicos Autorregulan sus emociones y conductas reflexionando sobre ellos mismos y las consecuencias de sus acciones. Evalúan mediante la aplicación de las reglas de la lógica y del método científico la consecución de sus metas y propósitos.
Auto-aceptaciónLas personas con buena salud mental están contentas de estar vivas. Se aceptan a sí mismas y tienen capacidad para divertirse. No hacen valoraciones globales de sí mismos en función de sus logros externos o del juicio de los demás. Eligen aceptarse a sí mismos de forma incondicional, evitan clasificarse en categorías preestablecidas e intentan disfrutar en lugar de estar probándose continuamente.
Asumir riesgosLas personas sanas tienden a asumir los riesgos que a veces acompañan a la consecución de sus objetivos, aunque exista la posibilidad de fallar. Tienden a ser aventureros, pero no son temerarios
Hedonismo en sentido
amplio
Las personas bien ajustadas son hedonistas porque buscan el bienestar y evitan el dolor pero no están obsesionadas con la obtención de gratificaciones o placeres de forma inmediata. No renuncian al beneficio presente por temor al dolor futuro ni renuncian al beneficio futuro por las dificultades que se pueden encontrar en el presente.
No utopismoLas personas sanas aceptan el hecho de que las utopías son, probablemente, inalcanzables y, por tanto, admiten que no siempre van a obtener todo lo que desean ni van a poder evitar sentir en algunas ocasiones sufrimiento o dolor.
Auto-responsabilidad
por el propio malestar
emocional
Los individuos sanos aceptan la parte de responsabilidad que tienen sobre sus trastornos emocionales en lugar de culpar de forma defensiva a los demás o a los acontecimientos.
Filosofía de vida que, según la TREC, favorece el ajuste emocional


Desde la primera formulación de la TREC, Ellis señala una serie de valores y actitudes que denomina racionales que contribuyen al bienestar psicológico y que tienen que ver con una particular manera de estar y entender la vida. La teoría de la TREC argumenta que si bien una filosofía de vida basada en absolutismos y demandas está en la base de muchos problemas emocionales, una filosofía basada en el relativismo y en lo deseable es una característica central de la persona psicológicamente saludable.

Adquisición y mantenimiento de las alteraciones psicológicas

Ziegler (2016). Propuesta de explicación de la TREC para la perpetuación de los trastornos psicológicos se deriva de la teoría freudiana sobre los mecanismos de defensa.

La Terapia Racional Emotiva Conductual no ha elaborado ninguna teoría específica para explicar cuál es el mecanismo mediante el que se adquieren los problemas psicológicos. La teoría postula que la tendencia biológica a pensar irracionalmente no es similar en todos los seres humanos. A veces el contexto educativo en el que se desarrolla el individuo puede potenciar o reducir la tendencia a pensar irracionalmente, pero no todas las personas se ven influidas en la misma medida aún estando en el mismo contexto. En definitiva, se asume que las experiencias vividas pueden afectar al proceso de adquisición de la perturbación psicológica, pero lo que realmente es decisivo es cómo nosotros mismos vivimos e interpretamos nuestras experiencias.

La TREC sí hace una propuesta sobre cómo se mantienen o perpetúan los problemas psicológicos. Ellis (1979) señala tres Insights TREC de los que carecen, (no necesariamente de todos), las personas que mantienen trastornos emocionales:

  • Insight n° 1. La perturbación humana viene determinada por las creencias irracionales que se activan ante las situaciones vitales negativas. Sin embargo, si la persona que padece un trastorno emocional considera que se debe a los acontecimientos negativos que le ocurren, tratará de cambiar las situaciones pero no las creencias que se le han activado y son las responsables reales de su malestar.
  • Insight n° 2. Si las personas siguen reafirmando sus creencias rígidas y extremas, éstas se mantendrán. Aunque se reconozca la influencia de sus creencias irracionales en el malestar emocional, si la persona dedica su esfuerzo a encontrar el origen de ellas en lugar de tratar de cambiarlas, éstas se mantendrán.
  • Insight n° 3. Sólo trabajando de forma constante en el presente y en el futuro las creencias irracionales y practicando creencias racionales alternativas se conseguirá cambiar.

Ellis denomina hedonismo a corto plazo para evitar mayor malestar impide en ocasiones alcanzar un mayor bienestar a largo plazo. Por ejemplo, no dejar de fumar por el esfuerzo que requiere y el malestar que entraña (hedonismo a corto plazo), implica mantener una adicción que a largo plazo supone renunciar a un mayor bienestar (hedonismo a largo plazo) psíquico o físico. Según la TREC las personas utilizan diversos mecanismos de defensa (p.ej. evitación, racionalización, negación, etc.) para negar la existencia de problemas o para minimizar su gravedad. Por último, la TREC apunta otros dos factores:

  • La percepción y valoración del coste y beneficio por trabajar el cambio de creencias y su consecuencia emocional.
  • El segundo factor, la profecía autocumplida, implica actuar de acuerdo con las predicciones y evaluaciones realizadas de manera que las respuestas de uno mismo o de los otros permiten confirmar la hipótesis inicial sobre el origen del malestar.


Algunas de las razones que se apuntan en la TREC para que las personas perpetúen su malestar emocional son las siguientes:

  • Considerar que si en lugar de cambiar las creencias irracionales se cambian los acontecimientos o situaciones se eliminará el problema emocional.
  • Creer que el hecho de entender que las creencias irracionales están a la base de sus problemas emocionales es suficiente para que éstas cambien.
  • No trabajar con tenacidad para detectar las creencias irracionales, ni practicar las alternativas racionales a estas creencias para que puedan asumirse como propias.
  • Seguir actuando en consonancia con las creencias irracionales.
  • Creer que mantener las creencias irracionales y sus consecuencias reporta mayor beneficio que el que se obtendría si se llevara a cabo el cambio hacia creencias alternativas más saludables.
  • Vivir en ambientes y realizar conductas que apoyan las creencias irracionales que sustentan sus problemas. (Profecía autocumplida).
  • Tener un déficit importante de habilidades sociales, habilidades de comunicación, destrezas de resolución de problemas o de otras destrezas o competencias relevantes para un adecuado funcionamiento personal, profesional o social.

El proceso de Terapia Racional Emotiva Conductual

Fases del proceso

EL proceso de intervención que se lleva a cabo en la TREC puede dividirse en
cinco fases o etapas:

  1. Evaluación psicopatológica.
  2. Evaluación Racional-Emotiva.
  3. Insight Racional-Emotivo.
  4. Aprendizaje de una base de conocimiento racional.
  5. Aprendizaje de una nueva filosofía de vida.
Evaluación psicopatológica

En la TREC, cuando se trabaja con usuarios que pueden tener un trastorno emocional clínicamente relevante, el primer paso, como en el resto de psicoterapias cognitivo-conductuales, es realizar una exploración psicopatológica completa. Una vez llevado a cabo un diagnóstico adecuado en el caso de poblaciones clínicas se comienza la Evaluación Racional Emotiva, propia y específica de la TREC.

Evaluación Racional Emotiva

La evaluación Racional Emotiva se comienza realizando una lista con los problemas que presenta el usuario, clasificándolos en internos y externos y, teniendo en cuenta si son a su vez primarios o secundarios. Problemas externos son los que dependen fundamentalmente de acontecimientos ambientales (p.ej. divorcio, despido laboral, etc.). Cuando los sucesos ambientales provocan reacciones emocionales intensas o conductuales disfuncionales, se considera que la persona tiene problemas internos. Son precisamente en los problemas internos en los que se centra principalmente la TREC.

Es importante detectar y clasificar los problemas teniendo en cuenta si son primarios o secundarios. El hecho de padecer una fobia social o un miedo al abandono (problemas primarios) pueden provocar en la persona una devaluación de sí mismo y tal desesperanza, que desemboque en una depresión (problema secundario). En general es conveniente comenzar a trabajar los síntomas secundarios puesto que pueden estar incrementando los síntomas primarios. El trabajo terapéutico se llevará a cabo fijando las metas a alcanzar en: los problemas
secundarios, en los problemas primarios y en los problemas externos.

Insight Racional-Emotivo

Las situaciones o acontecimientos en sí mismos no son los responsables del malestar emocional, son las creencias irracionales que se activan ante cada situación. Puesto que el origen del malestar no son las experiencias actuales ni las de la infancia, sino las creencias irracionales que se generaron ante ellas, si se cambia el contenido de las creencias, también cambiará el problema emocional. Por tanto, la responsabilidad del cambio emocional está en uno mismo, no en las situaciones o acontecimientos que vivimos.

Aprender una base de conocimiento racional

Esta cuarta fase es en la que se lleva a cabo la Terapia Racional Emotiva Conductual propiamente dicha puesto que en ella se enseña y entrena una base de conocimiento racional que permita aprender a debatir y refutar creencias irracionales, y a generar o afianzar creencias racionales alternativas para eliminar los problemas actuales y prevenir que se repitan en el futuro.

Aprender una nueva filosofía de vida

En esta última fase se pretende alcanzar dos objetivos:

  1. Conseguir que las creencias racionales que se han ido instaurando a lo largo de las etapas anteriores se arraiguen.
  2. Fortalecer el hábito de detectar, debatir y refutar creencias irracionales sobre todo las basadas en exigencias absolutistas, creencias catastrofistas, auto-descalificaciones globales y baja tolerancia a la frustración.

Estructura de las sesiones

Dryden, DiCiuseppe y Neenan (2003) señalan 13 pasos fundamentales que suele incluirse en las sesiones de la TREC. Estos pasos pueden agruparse en los siguientes:
1.- Preguntar al cliente por el problema que quiere tratar durante la sesión. No se considera necesario continuar con el problema que se trató en la sesión anterior porque puede haber otro más relevante para el cliente y porque, en el fondo el acontecimiento activador (e.g. pelear con la pareja; tener un problema con el jefe; tener miedo a ir en avión, etc.) sirve de punto de partida para debatir y refutar creencias irracionales, independientemente de que el contenido se centre en unas sesiones sobre aspectos relacionados con baja tolerancia a la frustración y en otras en debatir o refutar demandas absolutistas.
2.- Definir y acordar los objetivos concretos de la sesión porque no en todas las ocasiones coinciden terapeuta y cliente. Independientemente de lo comentado anteriormente, a veces el terapeuta puede considerar necesario seguir insistiendo en el debate de determinadas creencias irracionales para afianzar el cambio o el cliente plantear abordar otros problemas.
3.- Llevar a cabo el proceso de evaluación de los ABC del problema del cliente así como establecer las conexiones entre los acontecimientos activadores, creencias y consecuencias.
4.- Debatir terapeuta y cliente creencias irracionales específicas tratando de adoptar nuevas creencias racionales alternativas o afianzando las que ya tiene.
5.- Revisión y discusión durante la sesión los autorregistros de las tareas realizadas entre sesiones.
6.- Elegir, definir y acordar nuevas tareas a realizar entre sesiones
7.- Trabajar los aspectos que facilitan o son necesarios para la realización de estas tareas (entrenar nuevas formas de debate, enseñar canciones humorísticas, seleccionar y comentar posibles lecturas o grabaciones, ensayo de conductas, modelado, etc.).

Estilo terapéutico y relación con el usuario

(Ellis, 1981; Ellis y Grieger, 1990). Han señalado en diversas publicaciones el estilo terapéutico de la TREC y las características del terapeuta que favorecen la relación con el cliente (usuario).
Estilo terapéutico
Dryden y Ellis (1986). Sugieren que, aunque no se existe evidencia empírica que lo avale, es conveniente evitar mostrar un estilo muy directivo con personas dependientes, un estilo demasiado activo con personas muy pasivas, un estilo demasiado intelectual y racional con personas obsesivas y un estilo muy amigable y emotivo con personalidades histéricas.

Entre los aspectos relacionados con el estilo y la actitud que adapta el terapeuta en la TREC cabe resaltar los siguientes:

  • Ser activo y directivo, sobre todo con aquellos usuarios que muestran una gran resistencia o que presentan un alto grado de trastorno emocional. Para Ellis, ayudar a corregir creencias irracionales y comportamientos disfuncionales exige mucha actividad y directividad por parte del terapeuta para contrarrestar su fuerte arraigo debido a la enorme tendencia a la repetición que tenemos los seres humanos.
  • Ser verbalmente muy activo y promover, al mismo tiempo, la participación del usuario. Puesto que la parte fundamental de la Terapia se dedica a «discusión y debate», el terapeuta debe estar continuamente haciendo preguntas y cuestionando pensamientos para estimular a la persona a cuestionarse todas aquellas creencias que puedan estar a la base de su trastorno emocional o conductual.
  • Ser didáctico y comportarse como un buen profesor. Debe procurar utilizar un lenguaje claro y asequible y ayudarse de cualquier material de lectura o grabación que facilite la comprensión de los fundamentos teóricos de la TREC para que la persona pueda comprometerse en el cambio.
  • Saber promover cambios en la filosofía de vida. El terapeuta ha de señalar al cliente, de forma clara y didáctica, la influencia positiva de adoptar una filosofía de vida más saludable basada, fundamentalmente, en los valores y actitudes señalados anteriormente.
  • No fomentar la catarsis puesto que considera que sus efectos terapéuticos son muy limitados. Aunque pueda en el momento aliviar el malestar, a medio y largo plazo puede ser perjudicial porque puede reforzar las creencias irracionales que están en la base de esas emociones.
  • Ser flexible. Ellis señala que, la flexibilidad, el carácter antidogmático y no absolutista, es precisamente una premisa básica de la TREC y, por consiguiente, requisito indispensable para un terapeuta racional emotivo.
Relación con el usuario
Ellis (1987). Considera igualmente que el terapeuta no debe mostrar una especial calidez, atención, cuidado y apoyo hacia el cliente puesto que aceptar no significa amar o aprobar, y desde el punto de vista de los objetivos de la TREC estas actitudes del terapeuta hacia el cliente pueden interferir con los objetivos de la terapia.
Ellis (1987). Bajo ciertas condiciones y según la intensidad del malestar emocional del usuario, sobre todo cuando hay una depresión importante o existen ideas suicidas, es conveniente que el terapeuta muestre una mayor calidez y apoyo durante el tiempo que considere necesario y, progresivamente, ir estableciendo la distancia adecuada que permita no encubrir creencias irracionales como las anteriormente señaladas.
Dryden (2009). Afirma que el estilo informal del terapeuta puede ser relevante por varios motivos. En primer lugar, puede ayudar al cliente a ver que el terapeuta se aplica la filosofía que le pretende transmitir: se toman así mismo y a su papel en serio, pero no demasiado en serio. En segundo lugar, tiende a disminuir la distancia emocional entre el terapeuta y el cliente sin perder de vista el hecho de que esta relación se ha establecido para ayudar al cliente a alcanzar sus objetivos terapéuticos. En tercer lugar, muestra al cliente que como terapeuta tiene mayor conocimiento profesional sobre cómo tratar los problemas y el malestar y sobre las técnicas más efectivas para promover el cambio, ahora bien, como ser humano, es tan falible, cambiante y complejo como él y, por tanto, tampoco merece una única calificación global sobre su valía personal.

La relación interpersonal que se debe mantener con el usuario asume la mayor parte de los principios básicos señalados por Rogers (1957) de aceptación incondicional, empatía, respeto y autenticidad. No obstante, en la TREC se considera que no todas ellas son necesarias y ninguna es suficiente. Junto a estas características, con sus correspondientes matizaciones, se recomiendan otras que también pueden favorecer la alianza terapéutica y el proceso de cambio:

  • Aceptación Incondicional. En la TREC se considera importante que el terapeuta muestre hacia el cliente aceptación incondicional, entendiendo la incondicionalidad como la ausencia de juicios valorativos globales tanto positivos como negativos. Mostrar una especial calidez, atención, cuidado y apoyo pueden servir para reforzar, sin pretenderlo, las creencias irracionales del usuario relacionadas con necesidad de aprobación o de amor, baja tolerancia a la frustración y creencias irracionales de necesidad permanente de ayuda y apoyo de otras personas para afrontar las dificultades y adversidades que le depara la vida.
  • Empatía. El terapeuta ha de ser empático con el cliente. No sólo ha de mostrarle empatía afectiva, (hacer sentir al cliente que comprende sus sentimientos), sino también ha de hacerle sentir que comprende la filosofía que subyace a sus sentimientos.
  • Ser genuino. El terapeuta ha de ser abierto y accesible. Puede incluso hacer auto-revelaciones cuando le parezca oportuno o conveniente porque crea que puede servir de modelo al cliente al mostrarle ejemplos de su vida en los que pasó por dificultades parecidas a las suyas, e indicarle con qué tipo de estrategias pudo superarlas.
  • Tener sentido del humor. Tener sentido del humor y saber utilizar la ironía y la broma son características del terapeuta especialmente valoradas en la TREC. El terapeuta ha de utilizar el sentido del humor para resaltar algún aspecto concreto del cliente, pero nunca para reírse de él o ridiculizarle como persona.
  • Estilo terapéutico informal. Los terapeutas en las sesiones tienden a mostrar por lo general un estilo terapéutico informal salvo en los casos en los que no se considere pertinente.

Principales técnicas de intervención

Dryden (1990). No todas las técnicas son apropiadas o igualmente eficaces para todos los usuarios. Como ya se ha indicado, el diálogo socrático suele plantear dificultades a las personas con baja capacidad intelectual. Las técnicas emotivas y conductuales resultan de especial utilidad en personas que tienen a intelectualizar como defensa o que más que en debatir o refutar se implican en un duelo dialéctico con el terapeuta. El refuerzo positivo, aunque no es recomendable en general, se suele utilizar con pacientes deprimidos durante las primeras fases. Por último, las técnicas de inundación o exposición a situaciones muy aversivas o de alta intensidad emocional no parecen ser muy aconsejables con personalidades histéricas.
Principales técnicas para el trabajo entre sesiones.

Desde el punto de vista teórico la TREC es considerada por Ellis y sus colaboradores (Ellis y Dryden, 1997; Dryden, 2009; Dryden, David y Ellis, 2010) como una psicoterapia de corte Cognitivo Conductual, sin embargo, predomina el eclecticismo técnico en cuanto a las estrategias de intervención utilizadas.

Técnicas utilizadas en el transcurso de las sesiones
Técnicas cognitivas– Técnicas de discusión.
– Análisis y evaluación lógica.
– Reducción al absurdo.
– Análisis y evaluación empírica.
– Contradicción con el valor apreciado.
– Apelar a consecuencias negativas.
– Apelar a consecuencias positivas.
– Entrenamiento en auto-instrucciones.
– Distracción cognitiva.
Técnicas conductuales– Ensayo de Conducta.
– Inversión del rol racional.
– Refuerzo y castigo.
– Entrenamiento en Habilidades sociales.
– Entrenamiento en solución de problemas.
Técnicas emotivas– Imaginación Racional Emotiva.
– Técnicas humorísticas.
Principales técnicas que se utilizan durante las sesiones.
Técnicas Cognitivas
Harrell, Beiman y La Pointe (1990). Las técnicas de discusión más utilizadas en la TREC son las técnicas didácticas de persuasión.
  • Técnicas de discusión y debate de creencias. Las técnicas de discusión y debate son, sin duda, los procedimientos más relevantes y genuinos de la TREC. Ellis utiliza tres tipos de argumentos para debatir creencias irracionales: argumentos empíricos que animen al cliente a buscar evidencia que confirme o refute la verdad de sus creencias irracionales, argumentos lógicos que le permitan analizar la lógica de sus creencias irracionales y argumentos pragmáticos que le ayuden a cuestionarse la utilidad sus creencias irracionales. Las técnicas de discusión más utilizadas en la TREC son las técnicas didácticas de persuasión entre las que cabe destacar las siguientes:
Análisis y evaluación lógicaConsiste en enseñar al cliente a utilizar los principios de la lógica para analizar y modificar creencias irracionales. La discusión lógica se realiza en dos direcciones: a)Análisis de la validez lógica de las premisas del cliente, b) Análisis de la incongruencia de la premisa válida del cliente en relación con su conducta.
Para analizar la incongruencia entre la premisa básica del cliente y su conducta se utilizan tanto el razonamiento deductivo como el inductivo. Para demostrar que una conducta no se deriva de una creencia se puede utilizar el razonamiento deductivo y para mostrar cómo una creencia no se deduce de una conducta, el razonamiento inductivo.

Ejemplos: Razonamiento deductivo: «Si afirmas que todas las personas cometen errores, ¿por qué dices que eres estúpido por haber cometido un error al copiar mal este párrafo al ordenador?». Razonamiento inductivo: «Has escrito correctamente la lista de cosas pendientes, la solicitud de material y la carta que querías mandar al Rector de la UNED. ¿Cómo puedes mantener que cuando te pones a escribir al ordenador «siempre» lo haces mal? «.
Reducción al absurdoImplica llevar al extremo la creencia expresada para que, ante lo absurdas que pueden resultar sus consecuencias, vea la necesidad de reformularla.

Ejemplo:
Usuario: Soy absolutamente incapaz de decir «no» cuando me pide algo mi jefe.
Terapeuta: Vamos a llevar esta creencia tuya hasta sus últimas consecuencias. Bien, entonces si tu jefe mañana te dice que vayas a trabajar todos los días pero sin sueldo, como no eres capaz de decir «no» ¿lo aceptarías?
Usuario: Si claro, sino acepto esas condiciones pierdo el trabajo.

Obviamente cuando el usuario acude con problemas derivados de una situación de abuso laboral, lo correcto es derivar al usuario a un sindicato y/o contactar con Inspección de Trabajo para denunciar un posible delito contra los derechos de los trabajadores.
Análisis y evaluación empíricaSe trata de aportar evidencia empírica que avale las creencias u opiniones que se están sosteniendo.

Ejemplo: Me dices que «todo el mundo» te rechaza. ¿Dónde está la evidencia? Aún suponiendo que algunas personas te rechacen, ¿Dónde está escrito que todo el mundo te tenga que aceptar?
Contradicción con el valor apreciadoEl terapeuta trata de resaltar creencias particulares del cliente que son contradictorias con otras que pertenecen también a su repertorio y muy valoradas por él.

Ejemplo: Eres demasiado inteligente como para creerte que «todas» las personas «siempre» te rechazan.
Apelar a consecuencias negativasEl terapeuta muestra al cliente las consecuencias negativas que tiene lo que está diciéndose a sí mismo.

Ejemplo: Cuando te estás diciendo a ti mismo: «soy tan inhábil socialmente que seguro que si hablo meteré la pata» te estás generando con tu autoevaluación negativa un mayor nivel de ansiedad y fomentando pensamientos que repercuten negativamente en tu funcionamiento social.
Apelar a consecuencias positivasEl terapeuta le enseña a extraer las consecuencias positivas que supone adoptar creencias racionales.

Ejemplo: Si asumes el hecho de que si alguien se ríe de ti porque algo no lo has hecho bien, no significa necesariamente que te esté rechazando o descalificando por ello, y en caso de que alguien lo hiciera, si entiendes que realmente no es tan «horrible», obtendrías muchos beneficios con ello. Por ejemplo, puedes decir libremente lo que se te ocurra cuando te parezca oportuno, puedes arriesgarte a hacer más cosas que te gustan aunque no lo hagas bien y, además, podrías conocer a más gente porque no tendrías miedo al ridículo o a que se rían de ti.

Durante el proceso de debate o discusión el terapeuta puede adoptar diferentes estilos. DiGiuseppe (1991) señala como estilos más habituales el socrático, el didáctico, el metafórico y el humorístico. Dryden (2009) añade a los anteriores el estilo teatral.

SocráticoEl terapeuta formula al cliente preguntas abiertas destinadas a animarle a detectar y comprobar sus creencias irracionales y racionales, y las razones de por qué lo son en cada caso. Ejemplos de preguntas para el cuestionamiento socrático según el tipo de argumento que se quiera utilizar:
Argumento empírico: ¿Dónde está la evidencia de que tu debes…?… ¿Hay alguna ley universal que afirme que tu debes…?’
Argumento lógico: ¿Cuál es la lógica que sigue el que porque tú quieres entonces… tú tienes? ¿Dónde está la lógica de que tú debes…?
Argumento pragmático: ¿Cuáles son las consecuencias emocionales y conductuales de creer que tu debes… ?, ¿ Qué consigues creyendo que tú debes… ?
DidácticoEl terapeuta enseña didácticamente al cliente a detectar y debatir sus creencias irracionales, asegurándose de que entienda los puntos que se han ido tratando y los procedimientos que se han enseñado para conseguir el cambio.
MetafóricoEl terapeuta utiliza la metáfora contando historias que permitan ilustrar la irracionalidad de las creencias irracionales y la racionalidad de las creencias racionales.
HumorísticoComo se describirá más adelante, el terapeuta utiliza el sentido del humor a la hora de debatir y refutar las creencias irracionales.
TeatralEl terapeuta lleva a cabo en el contexto de la terapia, cuando lo considera oportuno, una conducta por lo general extravagante o desconcertante con el fin de evidenciar la irracionalidad de alguna creencia irracional.
  • Entrenamiento en auto-instrucciones. Es especialmente útil como técnica cognitiva para aquellas personas que tienen dificultades intelectuales o les resulta muy complicado desmontar sus creencias irracionales por procedimientos socráticos y de discusión. Para facilitar el aprendizaje, se pide al cliente que las apunte en tarjetas y las practique, primero leyéndolas y luego recordándolas, en las situaciones concretas discutidas en las sesiones que van acompañadas de perturbación emocional o conductas disfuncionales. Por ejemplo: «He cometido un error, no es tan horrible. No «siempre debo» hacer las cosas bien».
  • Distracción cognitiva. La TREC entrena a los clientes durante las sesiones a utilizar distintos procedimientos de distracción cognitiva para que puedan utilizarlos y practicarlos posteriormente en las tareas para casa. Entre estos procedimientos destaca la relajación progresiva de Jacobson y distintas estrategias de distracción mediante la imaginación. Aunque la relajación progresiva se considera un procedimiento más conductual dirigido al componente psicofisiológico, en este caso se utiliza como mecanismo de distracción de la sintomatología intensa que presenta el individuo.

Este tipo de técnicas sólo se utilizan en situaciones muy concretas, fundamentalmente ante situaciones de muy alta intensidad emocional o para facilitar el afrontamiento inicial, y siempre de forma temporal puesto que en la TREC lo que se pretende es que la persona aprenda a darse cuenta de que puede enfrentarse a situaciones amenazantes, incrementando así su tolerancia a la frustración.

Técnicas conductuales

Entre las técnicas más utilizadas se encuentran el ensayo de conducta mediante el role-playing y la inversión del rol racional. Cuando el proceso de identificación y debate de creencias está muy avanzado, si se considera conveniente, se puede llevar a cabo entrenamiento en habilidades sociales y estrategias de resolución de problemas.

Ensayo de ConductaEl usuario señala distintas situaciones en las que se siente emocionalmente perturbado o se comporta de forma disfuncional. Terapeuta y usuario van analizando y debatiendo las distintas creencias irracionales asociadas a dichas situaciones y ensayando creencias racionales adecuadas para cada situación.
Inversión del rol racionalEl terapeuta adopta el rol del usuario y verbaliza las creencias irracionales subyacentes a sus problemas. El usuario deberá adoptar a su vez el rol del terapeuta y discutir y debatir las creencias que presenta, ayudándole a generar otras nuevas más racionales y adaptativas. Evidentemente, la inversión de roles se lleva a cabo cuando el usuario ya ha adquirido cierta habilidad para debatir creencias irracionales.
Refuerzo y castigoEl refuerzo positivo se utiliza muy poco en la TREC porque se considera que muchos de los problemas emocionales se deben a una excesiva necesidad de aprobación social y el refuerzo positivo por parte del terapeuta puede incrementar o favorecer esta necesidad. Sí se entrenan técnicas de auto-refuerzo y auto-castigo. En las sesiones se ayuda al usuario a establecer tipos de refuerzos y castigos concretos que se dispensará él mismo ante la realización o evitación de determinadas tareas.
Entrenamiento en
habilidades sociales
Antes de iniciar un entrenamiento en habilidades sociales han de haberse interiorizado creencias racionales relacionadas con la pérdida del miedo a hacer el ridículo, no descalificarse ante los errores o fracasos, tratando de asumir que no se puede ser perfecto aunque sí intentar hacer las cosas lo mejor posible, etc.
Entrenamiento en
solución de problemas
Las dificultades que presenta el individuo para resolver determinados problemas, como por ejemplo, conflictos en las relaciones interpersonales o abordaje de sucesos vitales importes no se lleva a cabo hasta que el cliente ha aprendido a debatirse sus creencias irracionales fundamentales. Posteriormente, terapeuta y usuario ensayan estrategias específicas que puedan ser eficaces para resolver los problemas concretos que se van señalando, como por ejemplo entrenamiento en toma de decisiones, entrenamiento en técnicas específicas para resolver problemas sexuales, estrategias de búsqueda de empleo, etc.
Técnicas emotivas

En la TREC se utilizan numerosas técnicas emotivas, entre las que cabe destacar la imaginación racional emotiva y procedimientos humorísticos que hacen que las sesiones estén frecuentemente cargadas de emoción.

Imaginación Racional EmotivaLa técnica de Imaginación Racional Emotiva, desarrollada inicialmente por Maultsby Jr. (1971), es una de las más utilizadas en la TREC. Consiste en pedir al usuario que trate de cambiar ante una situación imaginada determinada una emoción negativa muy perturbadora por otra más apropiada o moderada, modificando para ello las creencias irracionales que acompañan a la emoción de intenso malestar.
Técnicas humorísticasEllis (1981) considera que muchas perturbaciones emocionales se deben al exceso de dramatismo o seriedad con el que nos tomamos a nosotros mismos o las cosas que nos ocurren en la vida. Entre las muchas razones por las que considera beneficioso el sentido del humor en psicoterapia hay cinco fundamentales: (1) reírse de uno mismo hace que resulte más fácil aceptar los propios fallos y la vulnerabilidad; (2) facilita un cierto distanciamiento emocional lo que permite ser más objetivo con los problemas personales; (3) ayuda a no tomarse demasiado en serio algunos de los acontecimientos desagradables que nos ocurren en la vida y por consiguiente, a no dramatizar, (4) El humor puede servir como procedimiento distractivo al interrumpir, al menos temporalmente, los pensamientos autodestructivos y de hostilidad y (5) Elimina radicalmente algunos patrones habituales de funcionamiento desadaptado y facilita la adquisición de otros nuevos más adaptativos.
Técnicas que se utilizan en la realización de trabajo para casa

Un elemento fundamental de la TREC es el trabajo realizado fuera de las sesiones. Se considera necesario trabajar diariamente para poder contrarrestar la fuerte tendencia a la repetición de las creencias irracionales y de los patrones conductuales y emocionales disfuncionales por estar muy arraigados durante años. Las tareas o ejercicios que se suelen realizar entre sesiones incluyen tanto actividades cognitivas, como conductuales y emotivas.

Técnicas cognitivas– Autorregistros.
– Proselitismo racional.
– Debatir grabaciones.
– Auto-instrucciones racionales.
– Biblioterapia.
Técnicas conductuales– Tarea de toma de riesgos.
– Inundación en vivo.
– Ejercicios de metas fuera de lo corriente.
– Auto-refuerzo y auto-castigo.
Técnicas emotivas– Ejercicios de Ataque de Vergüenza.
– Uso del sentido del humor.
Principales técnicas para el trabajo entre sesiones.
Técnicas cognitivas
AutorregistrosSe utilizan de forma continuada como procedimiento para detectar entre sesiones las relaciones entre los ABC, y para el auto-debate y la refutación de creencias. En las primeras fases de identificación de los ABC de la Terapia Racional Emotiva Conductual, se suelen utilizan autorregistros en los que se pide a la persona que recoja cada día los acontecimientos activadores (A) que van acompañados de creencias irracionales (B) y cuyas consecuencias son emociones y conductas disfuncionales. El formato sería del tipo:

A medida que en las sesiones se va avanzando en el debate y cuestionamiento de las creencias irracionales, se van incluyendo casillas en el autorregistro. Un formato típico de este tipo de autorregistro sería:
Proselitismo racionalConsiste es pedir al usuario que intente enseñar a los amigos y personas cercanas los fundamentos teóricos de la TREC y cómo pueden realizar los cambios de las creencias irracionales, con ello se pretende que afiance más su filosofía racional al intentar convencer a otras personas de la utilidad de la TREC.
Debatir grabaciones Con frecuencia se suelen entregar al cliente grabaciones de alguna sesión anterior para que escuche una secuencia de debate de él mismo o de otros. Después de escucharla se pide que reproduzca el debate que ha oído con alguna creencia irracional suya ante algún acontecimiento activador concreto hasta que llegue a formularse creencias racionales que puedan servirle ante la situación planteada.
Auto instrucciones racionales Cuando se trabaja con auto-instrucciones durante la sesión se pide que se las repitan en casa continuamente para interiorizarlas, simplemente, o ante la presencia de acontecimientos activadores concretos, y a ser posible en un tono mas elevado que el normal.
BiblioterapiaLa TREC suele utilizar como procedimiento habitual la lectura de libros sobre su filosofía, principios básicos y aplicación a determinados problemas, que posteriormente comentarán con el terapeuta durante las sesiones.
Técnicas cognitivas
Técnicas conductuales

Las técnicas más utilizadas en la TREC entre sesiones son fundamentalmente técnicas de exposición in vivo a estímulos amenazantes de alta o mediana intensidad.

Tarea de toma de riesgosConsiste en pedir al usuario que realice una tarea que para él suponga un cierto riesgo de fracaso o de perturbación emocional, y trate de rebatir las creencias irracionales que le surgen ante estas situaciones.
Inundación in vivoExponerse a estímulos que provocan niveles altos de malestar emocional y permanecer en la situación hasta que se reduzca la ansiedad mediante el debate racional. El objetivo es que el individuo compruebe que es capaz de tolerar niveles altos de malestar emocional (p.ej. ansiedad) y, por consiguiente, y rebatir sus creencias irracionales de no poner soportarlo o que le ocurrirá algo espantoso (perder el control, hacer el ridículo, etc.).
Ejercicios de metas fuera de lo corrienteSe pide a la persona que establezca objetivos que impliquen incrementar conductas de baja frecuencia o elegir alguna conducta de su repertorio habitual que tiene una frecuencia elevada y que se desea reducir.
Auto-refuerzo y auto castigoSe pide a la persona que se administre los refuerzos y los castigos que se fijaron en las sesiones, ante la ejecución o no de las tareas concretas para los que fueron propuestos.
Técnicas emotivas
Ejercicios de ataque de vergüenzaEstán encaminados a proporcionar a la persona la posibilidad de debatirse aquellas creencias irracionales que acompañan a la realización de actos que considera como «vergonzosos» y le producen malestar emocional. Un ejercicio típico de ataque de vergüenza podría ser ir por la calle con una prenda de vestir al revés.
Uso del sentido del humorSe suele pedir a los usuarios que ejerciten el sentido del humor fuera de las sesiones. Todos aquellos procedimientos humorísticos que en el curso de las sesiones le han ayudado a desdramatizar, o a reírse un poco de sí mismo, se sugiere que se utilicen como ejercicios para favorecer el auto-debate de las creencias irracionales.
Técnicas que tienden a evitarse en la TREC

La TREC defiende el eclecticismo técnico siempre y cuando las técnicas sirvan para conseguir sus objetivos terapéuticos. Hay sin embargo una serie de técnicas que expresamente se señalan como no recomendables:

  • Técnicas que faciliten o incrementen la dependencia (p.ej. proporcionar con frecuencia refuerzo positivo).
  • Técnicas que animan a las personas a ser más crédulos, bienintencionados y sugestionables.
  • Técnicas o intervenciones ineficaces y de larga duración (p.ej. asociación libre y otras técnicas psicodinámicas).
  • Métodos que ayudan a las personas a sentirse bien o a aliviar su malestar a corto plazo más que a conseguir que se sientan mejor a largo plazo (p.ej.. algunas técnicas gestálticas y aquellas que fomentan una expresión emocional exagerada y dramática en el aquí y ahora).
  • Técnicas que distraen a los clientes de trabajar sus filosofías irracionales (p.ej. métodos de relajación, yoga y otros métodos de distracción cognitiva).
  • Métodos que inconscientemente refuerzan la filosofía de baja tolerancia a la frustración (p.ej. exposición gradual).
  • Técnicas que incluyen una filosofía anticientífica (p.ej. curación por la fe y el misticismo).
  • Técnicas que intenten cambiar las situaciones negativas sin identificar ni tratar de modificar previamente las creencias irracionales (B) (p.ej. técnicas de terapia sistémica de cambio de roles y configuración familiar).
  • Técnicas de dudosa validez (p.ej. programación neurolingüística).

Aplicaciones, evidencia empírica y estudios de resultados

David (2014), David y Lynn (2010), Dryden, David y Ellis (2010), y O’Kelly y Collard (2016). Analizan de forma detallada los estudios publicados que avalan la TREC.

A título de ejemplo cabe resaltar intervenciones de la TREC en problemas afectivos, el sexuales, de pareja, celos, toxicomanías, duelo, afrontamiento de enfermedades y adherencia al tratamiento médico, coaching, educación escolar, estrés, deporte, relaciones laborales, promoción de la salud física y mental, etc. Las investigaciones realizadas se pueden dividir en dos tipos de estudios:

  • La investigación de procesos. Centrada en contrastar empíricamente los principios teóricos de la TREC, intentando esclarecer las relaciones entre creencias irracionales, estados emocionales, indicadores psicofisiológicos, conducta y otros productos cognitivos.
  • Investigación de resultados. Centrada en la eficacia o efectividad de la TREC en su aplicación a diversos problemas y trastornos.

Investigación de procesos: evidencia empírica sobre la Teoría Racional Emotiva Conductual

Dobson (2000). El modelo ABC, en el marco general de las intervenciones cognitivo-conductuales, ha recibido un amplio y significativo apoyo empírico la importancia de las cogniciones en el desarrollo y mantenimiento de los trastornos emocionales y conductas disfuncionales.
David et al. (2002); David, Szentagotai, et al. (2005). La tendencia al catastrofismo es un componente fundamental de la ansiedad y el dolor, mientras que descalificarse a uno mismo, lo es del ánimo depresivo.
David, Schnur y Belloiu (2002). Resaltan que el pensamiento exigente y la baja tolerancia a la frustración están presentes en los problemas de ira, la auto-descalificación global en el ánimo depresivo y catastrofismo y pensamiento exigente en los trastornos de ansiedad.
DiLorenzo et al. (2007). La falta de flexibilidad psicológica/pensamiento absolutista es un mecanismo/proceso cognitivo irracional primario, mientras que la falta de tolerancia a la frustración, el catastrofismo y la auto-descalificación global son mecanismos de valorativos irracionales secundarios.
Szentogatai y Freeman (2007). Encontraron que el ánimo depresivo de pacientes con depresión mayor estaba determinado por pensamientos automáticos generados por creencias irracionales.
  • El modelo ABC, en el marco general de las intervenciones cognitivo-conductuales, ha recibido un amplio y significativo apoyo empírico la importancia de las cogniciones en el desarrollo y mantenimiento de los trastornos emocionales y conductas disfuncionales.
  • Las creencias irracionales están asociadas con emociones y conductas perturbadoras.
  • Las creencias irracionales consideradas cogniciones valorativas (hot cognitions) se han encontrado como componentes fundamentes de diferentes trastornos emocionales.
  • En relación con el pensamiento caracterizado por altas exigencias, varios estudios parecen indicar que la falta de flexibilidad psicológica o pensamiento absolutista es un mecanismo o proceso cognitivo irracional primario, mientras que la falta de tolerancia a la frustración, el catastrofismo y la auto descalificación global son mecanismos valorativos irracionales secundarios.
  • Hay un patrón específico de creencias irracionales en diferentes trastornos emocionales.

El desconocimiento es aún muy amplio. Algunas áreas que requieren atención son las siguientes:

  • Las relaciones que han sido identificadas entre pensamiento irracional y perturbación psicológica son de carácter correlacional, sin que ningún estudio haya podido poner de manifiesto de forma incuestionable relaciones causales entre la modulación a la baja de las emociones disfuncionales y la mejoría de la salud física y mental.
  • No se dispone de evidencia empírica suficiente sobre si las creencias racionales y las irracionales son polos opuestos de un único constructo unidimensional bipolar o bien se trata de dos dimensiones independientes relacionadas.
  • La investigación no ha mostrado datos acerca de si los procesos racionales y funcionales son diferentes a los irracionales y disfuncionales.
  • No existe conocimiento sobre el fundamento biológico de las creencias racionales e irracionales.
  • Las diferencias entre las emociones saludables y funcionales y las emociones poco saludables y disfuncionales no están claramente establecidas ni son totalmente aceptadas y reconocidas, a su vez, no es fácil determinar si estas diferencias son de carácter cualitativo o cuantitativo, y si se relacionan diferencialmente con las creencias racionales e irracionales (p.ej. ansiedad-creencia irracional vs. preocupación-creencia racional).

Evidencia empírica sobre la estrategia de intervención de la TREC

EmmeIkamp, Brilman, Kuiper y Mersch (1988). Para el tratamiento de problemas de agorafobia, la TREC parece ser menos efectiva que la exposición en vivo.
DiGiuseppe et al (1990). En general, varios ensayos clínicos han encontrado que la TREC es un tratamiento más efectivo que las condiciones de control, y que su eficacia es similar a los tratamientos conductuales para la ansiedad social.
Boegels, y Van der Sleen (1989); Mersch, Emmelkamp y Lips (1991). En general, varios ensayos clínicos han encontrado que la TREC es un tratamiento más efectivo que las condiciones de control, y que su eficacia es similar a los tratamientos conductuales para la fobia social.
Emmelkamp y Beens (1991). En general, varios ensayos clínicos han encontrado que la TREC es un tratamiento más efectivo que las condiciones de control, y que su eficacia es similar a los tratamientos conductuales para los trastornos obsesivo-compulsivos.
Macaskill y Macaskill (1996). Compararon una intervención conjunta (TREC + tratamiento farmacológico) frente a un tratamiento farmacológico aislado en pacientes con depresión mayor, los resultados muestran mejoras significativas del grupo que recibió el tratamiento combinado frente al grupo que solo recibió tratamiento farmacológico.
Lyons y Woods (1991); Engels, Carnefski, Diekstra (1993); Gonzalez, Nelson, Cutkin, et al. (2004). Identifican un tamaño del efecto entre moderado y grande a favor de TREC.
Terjesen et al. (2008). No parecen existir diferencias significativas entre la TREC y la Terapia de Conducta convencional para el tratamiento de diversos trastornos de ansiedad.
David, Szentagotai, Lupu y Cosman (2008). Ensayo clínico controlado y aleatorizado (ECA) en el que se comparaba la eficacia de la Terapia Cognitiva, la TREC y un tratamiento farmacológico con fluoxetina para el tratamiento de la depresión. No se encontraron diferencias significativas entre los tres tratamientos una vez finalizado el tratamiento y a los seis meses de seguimiento, siendo los tres igualmente de eficaces.
Iftene, Predescu, Stefan y David (2015). Ensayo controlado aleatorizado con trastorno depresivo mayor en población juvenil, indican que la TREC resultó igual de efectiva que el tratamiento farmacológico con inhibidores de la recaptación de la serotonina, y que el tratamiento combinado (TREC + fármacos).

Hay un número importante de estudios metodológicamente rigurosos que apoyan la efectividad de la TREC desde los años 70. No olvidar que correlación y causalidad son cosas muy diferentes. En todo caso, hay un montón de estudios correlacionales que coinciden en «avalar empíricamente» la TREC para el tratamiento de problemas emocionales en general y trastornos psicopatológicos en particular.

Cuando se ha comparado una intervención conjunta (TREC + tratamiento farmacológico) frente a un tratamiento farmacológico aislado en pacientes con depresión mayor, los resultados muestran mejoras significativas del grupo que recibió el tratamiento combinado frente al grupo que solo recibió tratamiento farmacológico. En el caso de los pacientes con distimia, el tratamiento farmacológico y la TREC mostraron resultados similares.

Pese al éxito, la revisión sistemática de la investigación y los metaanálisis realizados hasta la fecha también pone de manifiesto problemas metodológicos que debilitan el valor de esos resultados. Los estudios de efectividad realizados son dispares, tanto por el tipo de hipótesis que se ha sometido a prueba, como por la variedad de las características sociodemográficas de la muestra, tipo de tratamiento, grado de malestar emocional o diagnóstico. Adicionalmente, muchos de los participantes han sido personas a las que se ha dado en llamar YAVIS (jóvenes, atractivos, verbales, inteligentes y sensibles). Por este motivo, los resultados obtenidos con poblaciones subclínicas, y además YAVIS, difícilmente se podrían considerar generalizables a poblaciones clínicas,

Consideraciones finales

Longmore y Worrell (2007). Aunque las técnicas conductuales se utilizan en la TREC como procedimientos para facilitar el debate, desafío y modificación de creencias, muchos teóricos del campo de la Terapia de Conducta señalan que existe evidencia empírica suficiente que avala la efectividad de estas técnicas conductuales para explicar, sin necesidad de acudir a ningún tipo de creencias, el cambio emocional.

La TREC se ha convertido en una de las psicoterapias más influyentes de hoy en día. No obstante, aunque hay cada vez más estudios controlados que apoyan empíricamente la efectividad de la TREC (estudios correlacionales), el aval teórico no ha alcanzado una cota de desarrollo semejante. Apenas existen investigaciones que avalen inequívocamente el supuesta básico de la TREC de que el cambio emocional alcanzado es debido fundamentalmente al debate y modificación de las creencias irracionales.

Autoevaluación

Referencias

  • Díaz García, et al. Manual De Técnicas y Terapias Cognitivo Conductuales. Desclée De Brouwer : Universidad Nacional De Educación a Distancia, 2017.

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